Una semana muy dinámica en nuestro
terruño. Apenas terminó el Festival Cultural Amado Nervo el sábado 25 y el
mismísimo lunes 27 arrancaba ya el Festival de la Escritura y las Artes “Nuestras
Raíces”, ambos organizados por el Gobierno del Estado de Nayarit, mediante el
auspicio de dos de sus dependencias, el Consejo Estatal para la Cultura y las
Artes de Nayarit (CECAN) y los Servicios de Educación Pública del Estado de
Nayarit (SEPEN), respectivamente. Por supuesto que hay material de sobra para
el comentario en un tema tan controvertido como es el arte y la cultura, pero
lo dejaré para una próxima ocasión.
La razón para la mencionada
postergación obedece a un acontecimiento ocurrido el día de ayer 28 de
noviembre en la ciudad de México. No, no es un terremoto o un meteoro que haya
causado una desgracia en nuestra capital, pero sí es, desde mi particular punto
de vista, algo tan calamitoso como cualquiera de esos fenómenos que suelen causar
mucho daño. Me refiero a la ratificación de Toñito Echevarría García como
consejero independiente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ¡Vaya
cosa!
En muchas cosas coincido con las
decisiones y estrategias del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pero
esta propuesta de su flamante consejero sinceramente me ha parecido de lo peor.
Cuando el Senado de la República le había negado la ratificación, hace
aproximadamente un mes, pensé que hasta ahí quedaría el asunto y me pareció una
decisión republicana, razonada, institucional, pero una vez que vi en
televisión la defensa del caso, la arenga que hizo Ricardo Monreal para
“convencer” a los compañeros de curul de que el “tristemente célebre”
exgobernador nayarita es la persona idónea, de plena “honestidad”, llegando al
recurso melodramático de asegurar que “daría todo su capital por sostener su
honorabilidad” lo que en términos del lenguaje popular o coloquial debemos
traducir como que “metería las manos al fuego por él”. Por eso, detesto muchas
veces el quehacer político, por estas mamarrachadas, esos recursos histriónicos
y demagógicos que usan estos personajes. Muchos nayaritas, de haber estado ahí,
hubiéramos pensado: “Te las vas a quemar… wey”. Otro personaje que cae de mi
gracia y vaya que conozco a Monreal desde hace muchos años, cuando me quedaba
muchas horas en el Congreso de la Unión a ver como zarandeaba a los
legisladores de la oposición en intensos debates en los que lucía una retórica
envidiable que me gustaba disfrutar. Debo aclarar que en esos tiempos, en su
primera etapa como diputado federal, militaba en el hoy desvencijado y
vapuleado Partido Revolucionario Institucional (PRI). En esta ocasión, después
de escucharlo defender al polémico Toñito Tequilas, quedé bastante decepcionado
de él.
¿Debemos creer que el presidente
propone al “hombre de palabra charra” por ¿su destacada experiencia en la gestión empresarial?
Sería pecar de simplista si creemos ese argumento. Algo fuerte hay de fondo,
cuando AMLO ha dado muestras de querer “ayudar” a este personaje político que
hizo un papel muy cuestionable como gobernador en un atípico cuatrienio en
todos sentidos, por su durabilidad peculiar (por razones de ajuste en los
tiempos electorales) pero que todos agradecimos esa brevedad y ahorrarnos el
sufrimiento de dos años más de desgobierno.
La primera vez que disentí de la
opinión de AMLO fue cuando en la inauguración del CREE en Tepic, reconoció a
Toñito como un excelente gobernador, mientras buena parte de la ciudadanía lo
abucheaba y no lo bajaba de “borracho incorregible”. Mientras la gente aplaudía
que ya se acababa la nefasta administración, él lo invitaba a unirse a su
gabinete. Creo que fue una de las pocas veces que pensé que el señor presidente
volvía a transformarse en el “Peje”. Esto solo es una forma de expresar que fue
una de las cosas que consideré erróneas o que en ese tonto afán de “forzada
camaradería” se ocultaba una deuda personal o un compromiso político
inconfesable o turbio. Ahí entendí bien lo que encierra aquella famosa frase de
“yo tengo otros datos”. No es posible que la percepción de los ciudadanos
difiera tanto de la percepción del presidente. No puede ser que se premie a un
personaje que fue cuestionado la mayor parte de su mandato por su ligereza de
comportamiento, por ser de dominio público que pertenecía al distinguido grupo
de adoradores de Baco, el equipo de dipsómanos presidido por el “Tomandante
Borolas”. Que fue conocido ampliamente por tener un equipo de trabajo o lo que
llaman “gabinete” integrado por una camarilla ampliamente conocida por sus
desmanes y francachelas.
En fin, es difícil estar del lado del
presidente en esta ocasión o en esta decisión de brindar ese puesto a este
personaje que no cuenta con la aprobación de la ciudadanía nayarita, salvo
ciertos estratos muy bien focalizados en el reducido círculo de intereses
económicos y políticos. No puedo
concebir que se premie de esa manera a quien encabezó un gobierno que terminó
enfrentado con muchos actores sociales y políticos populares, que fue
evidenciado por torcer la ley para sacar
adelante un fraccionamiento cuya construcción pone en peligro la supervivencia
de los entornos ecológicos, naturales. No me cabe en la cabeza que se le
otorgue esa oportunidad de trabajo a quien encabezó un gobierno cuyos
secretarios de Administración y Finanzas, y de Economía, enfrentan
investigaciones por desvíos de recursos de fondos públicos presuntamente a
empresas del grupo empresarial propiedad de Toñito y su familia. Al menos eso
lo dijo en su momento el titular de la Auditoría Superior del Estado de
Nayarit, Salvador Cabrera, informando que se estaban integrando los expedientes
para judicializar ambos casos.
El mismo gobernador Miguel Ángel
Navarro Quintero, señaló e instruyó que se investigaran los cuatro años de la
administración de Toñito, señalando textualmente: “Yo no seré cómplice”.
Entonces este nombramiento de Toñito es no solo un “premio” sino la probable
protección de su cabeza, ya que ese puesto no le da fuero legal para evitar la
justicia, pero sí le da fortaleza y protección, una especie de fuero político
que en mucho ayudará al connotado charro que “nunca honró su palabra”. Las
cosas que se ven en la política actual. ¡Hágame usted el favor!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.