JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita
"La visita de EPN"
No cabe
duda que la realidad supera a la fantasía. Se pueden ver tantas cosas en esta
vida que si no fuera porque las vives en carne propia no pensarías que son
ciertas. Es tan curioso ver cómo pueden coexistir en forma paralela y
simultánea dos mundos completamente antagónicos.
Es
extraordinariamente increíble que existan esas realidades tan opuestas en el
mismo instante y en el mismo lugar. Adentro, en un suntuoso auditorio con la
típica parafernalia de los eventos políticos de antaño, a la vieja usanza
priísta, se da un simulacro de la amable aceptación y simpatía de los nayaritas
hacia el presidente EPN, y afuera, bajo el candente sol de mayo, miles de
trabajadores del ejecutivo y ayuntamientos del estado, maestros, campesinos y
más, siendo obstruidos, amenazados e impedidos de acercarse a un supuesto acto
popular, para solicitar al “ilustre” visitante que ayude a resolver los graves problemas que está padeciendo el
pueblo nayarita.
Es
increíble que muchos diarios de circulación nacional mencionen en sus
publicaciones respecto a esta noticia únicamente lo que pasó dentro de esa
burbuja de fantasía creada por el gobierno del estado de Nayarit con el apoyo
del estado mayor presidencial. Es inadmisible que esos diarios hagan esa
discriminación. De los medios locales ni que decir pues es de sobra conocido
que están “comiendo maíz” de la mano del gobernador. Es decepcionante que
varios diarios nacionales sólo publiquen que el presidente “abarrotó” el auditorio,
intentando destacar este hecho como una muestra de espontánea simpatía y
adhesión al mandatario nacional. Pero no dicen nada que el auditorio sólo era
una isla resguardada por un impresionante operativo de seguridad, en el que
había de todo: Guardias presidenciales, policía federal, antimotines, marinos,
soldados, los enmascarados del fiscal, servicio secreto, policía de varios
municipios, madrinas y hasta uno que otro infiltrado que se dejó ver por ahí.
Adentro,
un sitio en el que cómodamente sentados miles de acarreados vitorean a un
desangelado presidente cuyo discurso tuvo notorias fallas, por no decir
torpezas lingüísticas al decir por ejemplo que ya estando él en el poder,
“logramos disminuir y ampliar que más mexicanos tuvieran acceso a la salud” Por
fin, ¿Lo disminuyeron o lo ampliaron? Ambas cosas, por lógica, no se pueden.
En el
mundo de Steven Spielberg, y no quiero referirme al “Parque Jurásico” para no
ofender a los dinosaurios de la política que están más vivos que nunca, sino a
una fantasía en general, ahí en ese mundo de tipo “Disneyland”, en el que sólo
suceden cosas maravillosas, no pueden tener cabida situaciones que manchen la
perfección de los finales de telenovela: “Vivieron felices para siempre”. Hasta
me parece estar escuchando la voz del gobernador al oído de EPN, “En Nayarit no
pasa nada malo”. “En mi estado no existe inconformidad alguna en contra del
gobierno estatal, todo marcha sobre ruedas”. “La prueba es que está lleno el auditorio y
afuera hay miles que se quedaron con las ganas de entrar a ovacionarlo, pero
pues ya no cupieron”.
Adentro,
miles de acarreados entre los que destacan las beneficiarias del programa más
electorero que jamás haya existido en México, el PROSPERA, esa genialidad de
Carlos Salinas de Gortari que él llamo “Solidaridad”, luego se convirtió en
PROGRESA, Oportunidades y así sucesivamente. La mayoría de esas asistentes traídas
desde sus comunidades “voluntariamente a fuerzas” bajo la amenaza de que “si no
vienes te quitamos el apoyo”, como varias de esas personas lo manifestaron ante
algunos medios. De hecho, me tocó ser testigo del control que tuvieron de esos
grupos. Por sólo mencionar algún detalle les comento que en el parque
metropolitano tenían a un grupo de mujeres, de condición económica
ostensiblemente baja, formadas y pasando lista, además que tenían unos cartones
con lo que parecía ser algún refrigerio. Ni siquiera se inmutaron las
coordinadoras cuando tuve que pasar entre ellas.
Otro
sector de los usufructuarios del confort VIP del auditorio “Burbuja Feliz”,
fueron sin duda los funcionarios federales que fueron a aplaudir a su patrón,
lo cual suena bastante lógico, si no van se quedan sin chamba. Luego estaban
los legisladores federales quienes aunque pertenecen a un poder distinto al
ejecutivo, no dejan de ser achichincles de éste. Luego los tribunos estatales,
diputados y magistrados, que trabajan descaradamente para su patrón, el
ejecutivo del estado. Después, los dirigentes estatales, municipales,
distritales, seccionales, etcétera del partido en el poder. También muchos
líderes que representan a la vieja guardia priísta. Muchos politiquillos de
poca monta que serían como los tamemes de los que “parten el queso” en la
política local, grises personajes que se destacan por su bajo perfil, y que
están siempre a la sombra de los que lideran y deciden quienes pueden o no
vivir del presupuesto.
Estuvieron
también los funcionarios estatales, desde secretarios hasta jefes de oficina,
quienes a su vez, arrastraron con dádivas o amenazas a sus subordinados, sobre
todo los de confianza y lista de raya que se dejan manipular por el miedo a ser
despedidos, y finalmente, hasta algunos sindicalizados que se inclinaron a
jugar al lado del patrón, o algunos otros que se quisieron pasar de listos
intentando engañar a sus representantes sindicales con pretextos, argucias o
justificaciones arregladas.
Así se
escribió la historia de la famosa visita de EPN a Tepic. Dos mundos distintos
entrelazados por la misma cuerda. En un extremo, la vieja práctica de la
pleitesía y entreguismo a un pequeño grupo de sátrapas que deciden el destino
de una sociedad agraviada por la
pobreza, la marginación, la corrupción y la ignorancia, y por el otro ese mismo
pueblo que clama por la atención y la solución de sus problemas.
Un
mundo de oropel en el que se alaban mutuamente los representantes de los
poderes federal y estatal, y reciben el aplauso forzado de miles de personas
contratadas como extras para ese gran proyecto cinematográfico que bien podría titularse
“Dos tipos de cuidado”.
Un
auditorio que se convierte en la “Isla de la fantasía”, en la que un enano
grita mirando al cielo “El avión, jefe, el avión”. Una rara “fusión
discordante” entre dos mundos que luchan por sobrevivir. Uno en la cúspide del
poder y del abuso y otro, cuyo papel lo encarna el maltratado pueblo, que sufre
la exacerbada ambición de poder de un gobernante estatal soberbio, vengativo e
ignorante.
Las
impresionantes muestras del poderío del aparato represor del estado, no le restó
ningún mérito a las extraordinarias muestras
de solidaridad de la base trabajadora hacia su dirigencia. Quizá no fue
absoluta, pero si muy importante la respuesta de los trabajadores del SUTSEM ante
el paro estatal. Que no haya sido el cien por ciento no tiene la menor
importancia, ya que esa situación no es privativa de esta etapa que estamos
viviendo, ya que en la historia del sindicalismo siempre han existido los
esquiroles, hasta podría decir que son la excepción que confirma la regla.
En fin,
ahí está la lección que deja esta nueva página de la lucha sindical en Nayarit.
Una nueva batalla en pos de la justicia social. Desde mi punto de vista el
resultado, si bien es cierto no fue el que se hubiese deseado, es decir llegar
hasta EPN, sí tuvo un impacto positivo en el acercamiento a una solución
razonable en un futuro inmediato.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.