¿DULCES QUE MATAN?
Sucedió
en Alemania. La asociación Foodwatch
alertó a los consumidores sobre el alto nivel de minerales de hidrocarburos
aromáticos con el que están contaminadas las envolturas del chocolate “Kinder
Sorpresa”. Es decir, la envoltura del
multiconocido huevito, el que trae dentro de sí juguetes armables, ¡puede
causar cáncer!
En 2012, la Autoridad Europea para la
Seguridad Alimentaria informó que esas sustancias pueden causar mutaciones genéticas y producir algunos tipos de cáncer.
Los minerales de hidrocarburos
aromáticos se derivan
del petróleo crudo y también pueden ser producidos sintéticamente a partir de
carbón, gas natural y biomasa. Se les encuentra comúnmente en envases, aditivos
y distintas sustancias que contaminan el medio ambiente, por ejemplo, los
lubricantes. Se trata de un componente muy peligroso para la salud, pues al ser una sustancia saturada se
concentra en nuestras células, afectado gravemente al hígado, además de estar
asociado con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
Ya con anterioridad se había detectado
la presencia de estas sustancias en productos de panadería industrial, pudines
y sopas, dado su empacamiento en papel reciclado y cartón. Sin embargo, según
la propia Autoridad Europea, hasta el momento ha sido imposible limitar su uso
dentro de la industria de los alimentos.
Junto con los chocolates Kinder de la
empresa Ferrero, las envolturas del chocolate Fioretto con almendra y maní del
Lindt y el Sun Rise de Rübezahl producen los mismos riesgos.
De hecho, el pasado 4 de julio la
organización alemana informó que ya había alertado a dichas compañías
chocolateras sobre el resultado de sus pruebas y sobre la necesidad de advertir
a sus consumidores, pero que éstas se rehusaron a suspender la venta del producto.
Ante esta negativa, Foodwatch señaló: “El productor es culpable de negligencia
grave (…) Los niños están particularmente en riesgo”.
Ese comunicado fue respondido de
inmediato por la empresa Ferrero, alegando que los hidrocarburos aromáticos se
encuentran en prácticamente todo el ambiente y que sus productos están
fabricados con los más altos estándares de calidad. Además, agregó, que la
empresa trabajaría en “soluciones técnicas” que le permitan reducir y evitar
que sus alimentos se contaminen con dichas sustancias.
Y COMER CARNE, ¿TAMBIÉN?
Cuidar
los alimentos que consumimos es responsabilidad de todos. Ahora resulta que la Organización
Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que el consumo de carne roja, y en especial el consumo de carne procesada,
causa cáncer.
La OMS, a través la Agencia Internacional
para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en francés),
analizó los hábitos de consumo de carne de grandes grupos poblacionales.
También la frecuencia con la que se desarrollaban diferentes tipos de
cáncer durante años para estimar la probabilidad de desarrollar cáncer.
También se toman en consideración estudios
realizados en modelos celulares y animales que determinan los mecanismos
mediante los cuales un agente -en este caso la carne roja y la carne
procesada- causa cáncer.
El estudio contó con la participación de
22 expertos provenientes de 10 países, quienes llevaron a cabo los análisis
y participaron en la publicación de IARC, la cual resume la evidencia
que los llevó a determinar que la carne procesada causa cáncer.
¿Qué
hace la IARC y cómo clasifica qué tan cancerígena es una sustancia?
Esta agencia básicamente tiene cuatro objetivos:
1. Monitorear la incidencia y prevalencia del cáncer a nivel mundial; 2. Identificar
las causas del cáncer; 3. Elucidar los mecanismos de carcinogénesis (conjunto
de fenómenos que determinan la aparición y el desarrollo del cáncer) y 4. Desarrollar
estrategias científicas para controlar el cáncer
Además cuenta con un sistema de clasificación
que describe qué tan cancerígena es una sustancia, mezclas de
compuestos, exposiciones ocupacionales, factores físicos o biológicos; así
como factores relacionados con el estilo de vida, y esta es su clasificación:
Grupo 1: Cancerígeno para humanos.
Para estar en esta categoría debe haber evidencia suficiente de su efecto
carcinogénico (de nuevo, se trata de una serie de elementos para determinar la
aparición del cáncer o su desarrollo) en humanos.
Grupo 2A: Probablemente cancerígeno para humanos.
La evidencia en humanos es limitada pero es suficiente en modelos
animales.
Grupo 2B: Posiblemente cancerígeno para humanos.
La evidencia en humanos es limitada pero en modelos animales es
suficiente. Para estar en el Grupo 2, no se necesita evidencia tan
contundente como para estar en el Grupo 1; pero los resultados de los
estudios indican un fuerte potencial carcinogénico.
Grupo 3: No clasificable como cancerígeno para humanos.
La evidencia es inadecuada en humanos y limitada en modelos animales. Los
agentes dentro de esta categoría no son precisamente “no cancerígenos”,
sino que se considera que se necesitan más estudios para determinar su
efecto.
Grupo 4: Probablemente no cancerígeno para humanos.
La evidencia indica que el agente no es cancerígeno en humanos ni modelos
animales.
Y
ahora sí, ¿qué dice la IARC de la carne?
Según su informe, la carne procesada corresponde al Grupo 1; es decir, existe
evidencia suficiente de que su consumo causa cáncer colorrectal (en el colon o
en el recto). Por otra parte, la carne roja pertenece al Grupo 2A
porque la evidencia es limitada.
La carne procesada es aquella que ha
sido salada, curada, fermentada, ahumada o tratada de alguna otra manera
para preservarla o aumentar su sabor. Esto incluye embutidos, salchichas,
jamones, carne salada, productos de carne enlatada y en conservas y el
tocino. Las carnes procesadas pueden contener carnes rojas, carnes de
aves, sangre y menudencias. Por su parte, la carne roja es toda
aquella derivada del músculo de mamíferos; como res, ternera, cerdo,
cordero, caballo y cabra.
Los expertos que realizaron el estudio concluyeron que la ingesta de 50
gramos diarios de carne procesada aumenta el riesgo de desarrollar cáncer
colorrectal en 18%.
¿Esto significa que debemos volvernos
vegetarianos necesariamente?, ¿por comer carne todos vamos a desarrollar cáncer
colorrectal?. No exactamente.
Quiere decir que hay que limitar el consumo
de carnes procesadas, que además de contener nitratos y
nitritos (que preservan y dan color a carnes y embutidos, y son los
probables causantes del cáncer); contienen mucha grasa, sal y trazas de
hormonas y antibióticos (si no son orgánicos).
En cuanto a la carne roja, también hay que
limitar su consumo y sobre todo la carne asada o a las brasas.
Ese “carboncito” de la carne que tanto disfrutamos contiene gran cantidad
de compuestos cancerígenos (compuestos aromáticos policíclicos y
aminas heterocíclicas).
Una persona que tenga una dieta rica en fibra, antioxidantes
(de preferencia de fuentes naturales en frutas y verduras), bajo consumo
de alcohol y tabaco, bajo consumo de sal y grasas y que realice ejercicio
regularmente tendrá menor riesgo de contraer cáncer colorrectal aunque
coma carne roja o procesada.
Recuerde que en el mercado puede
encontrar mil un variedades de productos para consumo propio y de su
familia. Usted decide cuáles llevar a su
mesa para ingerir.
** MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
Agradeceremos sus comentarios y sugerencias en el
celular y WhatsApp (311) 910 77 77 o bien, en el correo electrónico enriquelibre@gmail.com