Ofreciendo
antes que otra cosa mi disculpa sincera por no estar presente en la edición
anterior de este semanario, pero quiero decirles que fueron causas de fuerza
mayor las que me alejaron física y mentalmente de esta actividad por atender
una responsabilidad moral de alto impacto, el fallecimiento en la ciudad de
México de la mamá de mi señora esposa, mi estimada suegra Sofía Sandoval. Sobra
decir que un suceso de esa magnitud no admite dilación ni se puede escatimar
ningún esfuerzo para atender los diversos ángulos de este doloroso momento. Así
que acudimos de inmediato a la convocatoria fraterna para participar en las
exequias de la lideresa de esa familia numerosa y unida a la que aprecio tanto.
Una semana completa pasé sumergido en el caos y la tristeza, procurando apoyar
y consolar a mi acongojada compañera de vida. Por si eso no fuera suficiente para
templar mis nervios, estando en la capital del país, me avisaron por la vía
telefónica que había fallecido Irma, mi prima hermana que radicaba en
Zapotiltic, Jalisco, la tierra donde nació mi señor padre. Eso sucedió tan solo
tres días después del deceso de mi suegra. ¡Vaya que me llovió tupido!
Hoy
estoy de nuevo ante ustedes tundiendo el teclado e intentando involucrarme en
el ritmo de la comunicación oportuna. Prácticamente bajando del autobús,
todavía sintiendo el típico zumbido de su motor. Toda una noche de viaje hace que de verdad sienta uno que alguna línea del cuerpo se ha borrado por completo
(al menos una rayita). No obstante que esta vez tuvimos suerte y nos tocó (a mi
esposa y a mí) viajar en un camión que
no diré de que línea es para que no me cobren el gol, pero es un ómnibus de
este país (el que entendió, entendió). En esta ocasión viajamos en un camión de
esos de dos pisos, por cierto hasta creí que estábamos estrenando porque todo
lucía nuevo de paquete, muy limpio, amplio, moderno. Como nos tocó en el nivel
superior me imaginaba que andaba circulando en el “merito” Londres. Incluso
dije para mis adentros, mientras no me salga “Jack el destripador” todo está
bien.
Dejemos
de lado los sucesos funestos e
intentemos introducirnos al mundo de la información de la que estuve un
poco o un mucho alejado debido a las causas ya explicadas ampliamente en
párrafos anteriores, debiendo decir que una de las noticias que me alegró
encontrar fue la referente a que “dijo mi mamá que siempre sí” el descuento del
cincuenta por ciento del pago de predial a los adultos mayores. Yo había
comentado que no tardaría en recular la alcaldesa Geraldine Pose (perdón Ponce)
en esa nefasta decisión de derogar, abolir o quitar el tradicional apoyo a ese
sector de personas vulnerables. También había dicho que el costo político sería
más alto de lo que ella (o quien le haya asesorado en esa errática decisión)
suponían. Bastaba ver las insistentes manifestaciones de protesta y el rumor
general de la antipatía que había generado esa medida para pensar que tendrían
que vencer la soberbia, la actitud metálica arropada muy deficientemente en la
mal entendida (por parte de ellos) “austeridad republicana” que ha enarbolado
su “mentor mayor”.
Lo
que me llamó la atención o me sorprendió mejor dicho fueron los titulares de
algunos medios locales que encabezaban “Geraldine y Navarro logran 50 % de
subsidio en el predial para adultos mayores”. Desde mi punto de vista ese
título busca quitarle tierra de encima a la alcaldesa, haciendo ver como un
logro el hecho de que prácticamente le corrigieran la plana. Más si se
considera que esa parte del apoyo será sustentado por el gobierno del estado,
es decir por iniciativa del doctor Navarro, el jefe del ejecutivo. No es necesario
ser un experto en las escaramuzas políticas para darte cuenta que fueron la
sensibilidad, la experiencia y la sensatez de nuestro gobernador las razones
que dieron rumbo positivo a este molesto asunto.
Creo
que todos los que vivimos en el feudo de Geraldine, sabíamos que este asunto
del golpe a los adultos mayores le había acarreado muchos puntos malos en su
expediente. Cosa que puede constatarse si se allegan las encuestas de
popularidad de las empresas especializadas, por ejemplo en el boletín número 10
de “Aprobación Ciudadana”, de Mitofsky, correspondiente a Febrero del 2022,
nuestra guapa alcaldesa fue calificada en la categoría “BAJA”, es decir
reprobada. En este segmento están las y los presidentes municipales con
porcentaje menor a 40 % de aprobación, luego viene la MEDIA de 40 a 49 %,
después la ALTA en el rango de 50 a 59 % y hasta la cumbre, los aplicados,
nivel SOBRESALIENTE, de 60 % o más, donde el primer lugar de los buenos es el
alcalde de Tampico, Tamaulipas con 69.6 %, mientras que Geraldine sumó solo
37.3 % para adjudicarse el lugar 77 de 100 evaluados. ¿Ustedes creen que el
doctor Navarro no se va a dar cuenta que esa situación arrastra al precipicio
al partido que representan ambos? ¡Obvio que sí! Aquí ya no es tanto por ella o
porque exista una estupenda relación, aquí se trata de resultados, de
proyección, de avances y esos errores en política se pagan muy caros. El asunto
es ver qué tantos yerros podrá estar tapando el gobernador Navarro y por otro
lado ¿Será posible resanar TODAS las pifias que se cometan en el feudo
municipal tepicense? La pregunta es de amplio espectro, porque no todas las
“cajeteadas” podrán subsanarse con dinero. En el mundo hay algunas que no se
resuelven con presupuesto y también otras que una vez cometidas provocan daños
irreversibles e imperdonables. Así que mucho ojo con la soberbia y la
prepotencia que parecen lo mismo pero no lo son, quizá a lo que puedan llegar
es a ser primas hermanas. Estaremos atentos, en lo que me encarrilo de nuevo, a
lo que esté sucediendo en los ámbitos municipal y estatal, pues seguramente
habrá mucho material para confeccionar nuevas historias que compartir.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.