Por: José Manuel Elizondo Cuevas.
Estamos muy cerca del fin del ciclo
escolar 2012-2013, al menos como lo marca el calendario de la Secretaría
de Educación Pública, por ende el
banderazo de salida está a solo cuatro días, si consideramos que oficialmente
el fin de cursos es el próximo día viernes 5 de julio.
Menciono de manera especial el
carácter oficial de esa fecha, porque estoy considerando que en la práctica ya
muchos jóvenes le están “dando vuelo a la hilacha”, como suele decirse de forma
coloquial. La mayoría de ellos porque son chicos estudiosos (ajá) que por sus
buenas calificaciones no tuvieron que presentar exámenes semestrales o finales según sea el caso y/o
el nivel escolar del que estemos hablando.
Por ejemplo, el sistema en las
secundarias y preparatorias es por materias separadas, con un profesor
responsable en cada una de ellas, de tal modo que si al final del semestre
tienes asegurado un promedio de 9.5, te haces merecedor de un privilegio
denominado: “Exento de examen”. Por ejemplo si el alumno exenta todas sus
materias, automáticamente tendrá un mayor número de días de vacaciones, ya que
mientras algunos de sus compañeros utilizan una o dos semanas para la
aplicación de sus exámenes ordinarios semestrales (finales), los que se
“colgaron las medallas” podrán estar “rascándose la panza” en casa, si es que
no pudieron salir a un lugar de veraneo, como es el caso de mi hijo que terminó
el primer grado de bachillerato.
Para mi no es tan grave el asunto,
porque si consideramos la edad de mi preparatoriano retoño (15 años) es obvio
que no requiere de atenciones y cuidados especiales. El se desenvuelve de
manera muy independiente, se puede incluso preparar su comida en nuestra
ausencia y se entretiene en el internet, viendo películas o con su afición
preferida que es tocar la guitarra y el teclado.
Pero que pasará cuando digan los
maestros “en sus marcas, listos,
fuera” y salgan al unísono
aproximadamente un cuarto de millón de niños y adolescentes que integran el
nivel de educación básica, que va desde el pre-escolar hasta secundaria. Ya me
puedo imaginar el gusto que les va a dar a los papás de esos niños tranquilos y
angelicales que estarán alegrando los
hogares nayaritas, por un periodo vacacional de mes y medio, que inicia el 5 de
julio y termina el 18 de agosto del año que estamos viviendo.
Me parece ver la cantidad de problemas
que empezarán a tener los atribulados padres y madres de familia desde el
mismísimo momento en que sus hijos inicien sus vacaciones. Bueno, en realidad
no todos, se puede decir que sólo las mamás y los papás que trabajan, pero pues
cada vez es mayor la cantidad que tienen necesidad de hacerlo.
Mi comentario va encaminado a ponerles
sobre aviso, para que vayan pensando que es lo que podrán o tendrán que hacer,
tanto para compartir el mayor tiempo posible con sus hijos en estas inminentes
vacaciones, como para resolver el problema de no tener quien cuide de ellos
mientras están en el trabajo. Así que dependiendo de la edad de sus vástagos
pues tendrán que tener mucha creatividad para resolver esta problemática. Las
probabilidades u opciones que de inmediato vienen a mi mente son: apoyarse en
los familiares de confianza que pueden ayudarles, contratar servicio de
guardería, los cursos de verano o llevarlos a la oficina (esta última no es muy
recomendable).
Obvio que cada una de las opciones se
deberá usar dependiendo de la edad de los niños o jovencitos. Por otro lado, es
una suerte que cada vez existan mejores opciones para superar este problema,
puesto que los sindicatos de trabajadores de distintos sectores, los
voluntariados de las dependencias de gobierno y muchas empresas particulares
han diseñado programas especiales de convivencia y entretenimiento, con
características, duración y contenidos muy diversos. Los hay gratuitos,
generalmente los de sindicatos y voluntariados, pero también los hay muy
costosos, como algunos que ofrecen ciertas compañías, empresas o institutos.
Pues a pensar bien que se puede hacer.
Es recomendable que los que cuenten con días de vacaciones, permisos económicos
o algo por el estilo, los programen de manera tal que puedan compaginar bien
con los días más importantes del asueto escolar. Aparte de utilizar nuestros
días libres de forma óptima, debemos recordar también los asuntos relacionados
con el tema, que tengamos pendientes, por ejemplo tramitar becas, actas de
nacimiento o también prever la compra de uniformes y artículos escolares para
el regreso a clases, pero como dijo la Nana Goya: “Esa ya es otra historia”
Así que no nos queda más que armarnos
de valor y tratar de hacerles menos aburridas estas vacaciones a nuestros
hijos. Buscar algún curso de verano gratuito o barato donde se entretengan de
manera divertida y un tanto educativa, pero sobre todo que utilicen de manera
apropiada sus excesivas cargas de energía propias de su edad.
Si sus hijos no pueden acceder a
ningún curso de verano, canto, guitarra, teatro, trompo, canicas o hasta
rayuela, entonces si tendrá que armarse no sólo de valor y paciencia sino juntar algunos centavitos para
diseñarles algún proyecto de recorrido turístico local, por museos, parques y
cines de la ciudad o si lo prefiere llevarlos a alguna playita cercana y
económica para que no digan los chamacos que se la pasaron más aburridos que
una ostra en su concha.
Finalmente, recordarle que lo más
importante de todo este asunto es la convivencia amable de los miembros de la
familia en la que debe reinar la armonía y el amor.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO – LOS
ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA- COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com