Recién
recibimos la indicación de parte de la dirección general del semanario que esta
edición será la última entrega de este año 2022. Estamos pues en la antesala de
unas merecidas vacaciones que, en el tema de la información por parte de este
medio de comunicación, se reanudará en la primera semana del mes de enero del
próximo 2023.
Cuando
eso sucede, suele pasar que tenemos varias temáticas en el tintero y resulta un
poco difícil decidir cuál es el último cartucho que quieres quemar en el
espacio que te corresponde. Si a lo anterior le sumamos que es una costumbre
mía hacer una reflexión del año que casi termina o al menos un saludo navideño
pues entonces se pone más complicado, pero nada es imposible cuando se tiene la
voluntad, así que tengo que hacer rendir el espacio y comentar todos los
asuntos posibles.
Quiero
comentarles que estoy muy contento porque el día de hoy atendí la gentil
invitación del personal docente de la escuela “Telesecundaria Margarito Ortega Vergara”
de la localidad de San Luis de Lozada, Municipio de Tepic para presentar mi
novela más reciente “El regreso”, platicar con un nutrido grupo de alumnos
acerca de la creación literaria, las fuentes de inspiración, las dificultades
para publicar y difundir las obras y, por supuesto, leerles relatos de mi
autoría, entre otras cosas.
Me
causó especial impresión el hecho que un
par de alumnos hicieran comentarios sobre algunas obras de mi autoría.
Lo hicieron de tal manera y con tanta profundidad que me pareció estar
escuchando a comentaristas de mayor edad y no chicos de secundaria. Es evidente
que eso causó en mí una profunda motivación, además de una gran satisfacción y
un exquisito deleite.
Sobra
decir que esa escuela tiene un lugar especial en mi corazón porque siempre me
han entregado su afecto y consideración, al grado que es la tercera vez que
presento alguna de mis obras literarias en dicho plantel. A través del tiempo,
mi cariño por ese plantel se ha incrementado y consolidado puesto que he
recibido muchas muestras de admiración, respeto y afición por mi quehacer
literario. Si hubiera que agregar algo a favor de este tema, diría que desde la
primera vez me ha causado una grata impresión ver la relación que existe entre
alumnos y docentes, sin descartar de eso al resto del personal de la escuela.
Se puede apreciar el buen trato, el respeto y el cariño entre ellos. Es una
relación que, aunque se torna en ocasiones relajada y hasta divertida, nunca
pierden la disciplina y el buen comportamiento.
Otro
aspecto que me llena de admiración y entusiasmo, es la devoción al trabajo. Se
respira en todos los sentidos las ganas de trabajar y progresar. He observado
la evolución favorable de los espacios físicos del plantel y también en la
mentalidad y vivacidad de los alumnos. En fin, creo que es fácil deducir con
este comentario el aprecio y la admiración que esta dinámica, entusiasta y
progresista escuela me hace sentir. Desde este espacio les reitero a todos los
que forman parte de ese centro educativo, mi agradecimiento y mi cariño.
No
podía dejar pasar esta oportunidad de mencionar los extraordinarios momentos
que viví esta mañana con los jovencitos y jovencitas de secundaria. Es una
labor que he venido realizando desde hace ya varios años como una iniciativa
personal, sin recibir apoyo oficial de ningún tipo. Impulsar la lectura y la
escritura en los niños y jóvenes, principalmente, aunque también impacta a los
adultos, ha sido uno de mis más sentidos propósitos. He invertido en ello mis
días económicos, gasolina, impresiones y muchas otras cosas que no pesan ni significan una carga cuando
se hace por amor al arte y esto es literal, no esa famosa frase que casi tiene
calidad de “instituida”. Desde hace años
he deseado poder invertir mi tiempo laboral (dentro del gobierno estatal) a la
realización de esas labores tan importantes para el desarrollo intelectual de
las nuevas generaciones. Sigo esperando que “alguien” que tenga esa cualidad
proactiva de hacer justicia y que sepa aprovechar la disposición y las
posibilidades de aportar a causas significativas, me ayude a resolver ese
“problema” que no es “problema”. Creo que vale la pena aprovechar los tiempos
navideños y hacer la carta a “Santa Claus” o a los “Reyes Magos” y esperar que
en el año que se aproxima me llegue el esperado “regalo”.
Ya
entrados en los asuntos navideños, ante la proximidad del término de año y
antes que se agote el espacio, permítanme pedir desde lo más recóndito y noble
de mi corazón que esta navidad sea de unidad y calor familiar para todos mis
amables lectores. Dejemos de lado los malos sentimientos, los odios y
resquemores y llenemos nuestro espíritu de pensamientos positivos y
bendiciones. Es el tiempo de reflexionar y cambiar las cosas que nos hicieron
daño. Desear qué el año venidero sea más benigno para todas nuestras familias
en todos los sentidos. Sobre todo, que la salud, el amor, la alegría y la
prosperidad se aniden en los hogares y se queden como nobles inquilinos para
siempre.
Dejo
aquí mis mejores deseos para todos los que lean este mensaje. Que tengan una
apacible y feliz navidad y que el Año Nuevo 2023 sea un horizonte pleno de
bendiciones y oportunidades.
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Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY,
A.C.