JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Las Fiestas de Mayo"
Recién
acaba de pasar el día primero de mayo, fecha en que se conmemora el “Día del Trabajo”
y ya tenemos encima una nueva celebración, ahora la “Batalla de Puebla”, el día
cinco del mismo mes. Posteriormente y muy cercano, uno de los festejos más
importantes del año “El Día de la Madre”. Apenas vamos saliendo del recalentado de mamá cuando entramos al
día quince, día en que celebramos a los estimables maestros. Ya casi la
libramos de pachangas cuando se viene
el “Día del Burócrata”, aunque aquí solo aplique para los trabajadores de base
del ejecutivo del estado, organismos públicos descentralizados y los gobiernos
municipales afiliados al SUTSEM, pero la fiesta no se puede soslayar. Por si
eso fuera poco, se remata el mes con el festejo del “Día del Estudiante” que se
registra el veintitrés del glorioso mes de mayo, éste que está ahorita
corriendo.
Este
comentario no es ni remotamente un reclamo, muy al contrario creo que las
motivaciones que dan sustento a cada una de ellas están plenamente
justificadas. Lo que pasa es que me parece que es un mes especial porque de
manera muy peculiar confluyen muchas fechas subrayadas por diversos
acontecimientos que mueven a la reflexión y la lucha, la evocación, el respeto,
la alegría y el amor, por mencionar sólo algunas de esas emociones. Además de
eso, creo que si tomamos cada una de esas fechas nos da material para comentar
en el espacio de esta semana. Al momento de escribir este texto, únicamente ha
tenido verificativo la primera de las fechas mencionadas, la que corresponde a
los trabajadores.
Las
acciones y la tesitura especial de ese día no me causaron asombro alguno. Los
distintos conglomerados de organizaciones, sindicales la mayoría, se volcaron a
las calles que tradicionalmente se usan como ruta de marcha. Pude darme cuenta
que algunas movilizaciones iniciaron desde hora temprana, aproximadamente las
ocho de la mañana. Entre esos contingentes distinguí a maestros de diversas
secciones, trabajadores de la industria gastronómica y otras agrupaciones más.
El SUTSEM movilizó a sus miles de agremiados en un corto pero combativo
desfile, mostrando decenas de pancartas que expresaban las demandas laborales.
De este desfile, me llamó mucho la atención que en el estrado de los líderes
sindicales, estuviera el gobernador del estado, viendo y escuchando las
consignas de sus trabajadores. Es un buen detalle que, aunque no garantiza nada
en cuanto a soluciones, al menos se vislumbra la esperanza de que en fechas
próximas dé a conocer alguna buena noticia, entre tantas malas.
El
cinco de mayo, será día inhábil, domingo para ser más preciso. Seguramente
habrá uno que otro acto cívico por parte de las autoridades para recordar el
día en que el modesto ejército mexicano, al menos en el papel, le tundió a los
franceses hasta por debajo de la lengua. Lo extraordinario en este combate es
que el ejército invasor, era en ese momento quizá uno de los de mayor prestigio
en el mundo, bajo la férula del emperador Napoleón III. Finalmente, pocos
mexicanos exaltan esa gesta heroica con el orgullo que supuestamente debiera
despertar esa hazaña histórica.
Del Día
de las Madres, es del que más se habla. No sólo en México sino en muchas partes
del mundo, y existen grandes razones para ello. Desde mi punto de vista la
razón de mayor peso es la inmensa idolatría de los hijos hacia la figura
materna. Situación que ha sido aprovechada por aquellos que se encargan de
promover el lucro comercial en cada fecha o tradición, si no es que ellos
mismos, los comerciantes de antaño, hayan inventado ese festejo y muchos otros
más. En realidad se manejan enormes cantidades de dinero en los consumos
efectuados para sustanciar los festejos a las madrecitas. Tener un detalle con
nuestras mamás es algo muy bonito y deseable, pero no debe generar ninguna
angustia el hecho de que ese día no tengamos el dinero suficiente para comprar
un regalo, algo material para ellas, en tanto nuestra conciencia se encuentre
muy serena por haber brindado un trato cariñoso y atento durante todos los días
del año.
Luego
viene el día dedicado a nuestros mentores, nuestros queridos maestros. Antes
que nada quiero reiterar el respeto y reconocimiento para quienes ejercen esta
loable y muy generosa tarea de apartar a los niños y jóvenes de los abismos
infernales de la ignorancia y el ocio. Merecida la asignación de esa fecha,
pero igual me refiero, como al caso anterior, al decir que no basta dedicarles
un día a reconocer su labor, sino brindarles las condiciones laborales dignas y
los escenarios propicios, en términos de los modelos y programas, condiciones
de trabajo, etc. que permiten la aplicación efectiva de una enseñanza que
fundamente e impulse el desarrollo de
todos los protagonistas de la educación.
El
festejo del burócrata, es una fecha importante. No se puede ver con la ligereza
de un simple festejo, o como una gran borrachera como acusan algunos
detractores. El significado profundo, el que mueve las esperanzas y
convicciones de los trabajadores, es el que se arropa en la bandera de la
justicia social. No es ésta una fiesta concurrida con bandas de música y
bebidas. Es el aniversario de una organización que ha trascendido en la
historia del sindicalismo en México y Latinoamérica. Es una nueva marca de
permanencia de la lucha irrenunciable por mejores condiciones laborales y
sociales para los trabajadores. Es un grito de libertad y de justicia. Es el
espíritu ardiente de un movimiento social que se aglutina en torno al liderazgo
y a la fuerza de la unidad concertada. Es un día luminoso y esperanzador.
En
cuanto a los detalles del festejo, pues no está por demás tener la posibilidad
de hacerte de un buen regalo, sea algún mueble, un aparato útil o incluso, si
eres de los suertudos, hasta puedes ir a casa estrenando coche. No veo nada de
malo en hacer felices a muchos trabajadores mediante un apoyo, aunque sea aleatorio,
pero no deja de ser una buena prestación laboral.
Por
último, el festejo del “Día del Estudiante”, el veintitrés de este jacarandoso
mes del año. De este tengo muy poco que decir, debido a que no lo he podido
seguir de cerca en los años más recientes. He visto que los estudiantes, sobre
todo los de nivel superior, festejan con eventos donde prevalece la música
moderna, obviamente se les concede el asueto en esa fecha. La parte histórica y
trascendental de esta celebración tiene de fondo y origen la lucha de los
estudiantes de la UNAM por lograr la autonomía universitaria. La lucha
estudiantil llegó a la huelga general y precisamente fue el 23 de mayo del año
1929, que se registró una brutal agresión en la Escuela de Derecho. De ahí
deriva que se recuerde esa fecha como un reconocimiento a la valentía y
decisión de los alumnos universitarios de luchar por una educación más abierta
y participativa.
Queda
también muy claro pues que, aunque se ha desdibujado un tanto en la actualidad
el ambiente y motivación de esta celebración, tiene raíces profundas en su
significado. Muy honrosas por cierto.
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA
PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.