MARZO,
¿MES DE LAS MUJERES?
Hace 105 años que se viene celebrando el Día Internacional de la
Mujer; y a pesar de que, como es sabido, un servidor no comulga con la idea de
‘celebrar un día de’, vale la pena reflexionar un poco sobre este
acontecimiento a nivel mundial que ha venido revolucionando el panorama que
vive la mujer actualmente con respecto a hace un siglo.
Desde la semana pasada y probablemente la siguiente de este mes de
marzo, se dirán muchos discursos, habrá muchas celebraciones con o sin alimentos
y bebidas, conferencias, hasta rifas y sorteos. Todo ello, para celebrar a la
mujer en su mes y por su día.
En diversos países del mundo, el movimiento feminista nació,
creció y se ha desarrollado de manera muy particular e interesante. En el caso
de México, fue en su península yucateca donde nació el movimiento más señero y
avanzado de las mexicanas.
Recordando a la periodista y feminista Sara Lovera, con quien
hemos tenido el gusto de compartir el pan y la sal, así como experiencias en
materia periodística, durante un evento organizado por el Instituto Nayarita de
la Mujer en la Riviera Nayarit, donde Sara fungió como ponente, señaló que “cuando los presidentes de la
república quieren hacer un anuncio sobre alguna política o cambio jurídico para
las mexicanas, llaman a cientos de mujeres a una ceremonia formal, opaca, sin
chiste, donde todas esas mujeres le aplauden. Generalmente en algún salón
de la casa presidencial de los pinos.
“Yucatán, en cambio, encierra las voces y los ecos de
esas mujeres que se levantaron por sus derechos en 1916 durante los congresos
feministas; ahí donde nació en 1922 la demanda que hoy llamamos derechos
sexuales y reproductivos, por la distribución de anticonceptivos, por la libre
decisión de mantener o interrumpir un embarazo y por la educación sexual para
la infancia y la adolescencia”.
Y es que precisamente, en Yucatán fue donde
nació la primera liga de mujeres campesinas denominada Rita Cetina Gutiérrez,
en homenaje a esa maestra, nacida en Yucatán que creó la sociedad científica y
literaria “La Siempre Viva” y dirigió una revista del mismo nombre.
Doña Rita Cetina Gutiérrez nació el 22 de mayo
de 1846 en la ciudad de Mérida, siendo sus padres el Coronel Don Pedro Cetina y
Doña Jacoba Gutiérrez.
En Yucatán, se creó el instituto
literario para niñas, considerada la escuela para mujeres más importante de su
época (1846). Ahí en 1923, no puede olvidarse, el pueblo eligió con voto
secreto a Elvia Carrillo Puerto como la primera diputada local de la historia
del país, Elvia Carrillo la misma que creó esa liga de mujeres campesinas.
También fue en Yucatán donde se eligió a
la primera regidora del país, la profesora Rosa Torre G, también en 1923. Ahí
donde nació el movimiento sufragista de las mujeres y, en 1922,
precisamente cuando las mujeres demandaban los derechos sexuales y
reproductivos, el gobernador socialista Felipe Carrillo Puerto (1922-1924)
envió al congreso la primera iniciativa para otorgar el voto ciudadano a las
mujeres.
Por eso Yucatán es el crisol de los derechos
ciudadanos, económicos, sociales y culturales para las mujeres. Ahora que ya es
ley la paridad, el 50/50 para las listas electorales en virtud de la reforma
política, sería muy bueno que ahí se hiciera la ceremonia nacional del 8 de
marzo, cada año.
No estaría mal que ahí, en Yucatán, en
ese pueblo de tantas lides, donde vieron la primera luz, como en primavera,
mujeres emblemáticas de un largo listado. Donde sería bueno recordar a las
mujeres indígenas que asombraron la pequeñez de curas y conquistadores por su
forma de vestir. A los conquistadores les llamó la atención desde un
principio esa costumbre de las naturales; las mujeres fueron calificadas de
deshonestas por andar desnudas de la cintura para arriba. Ellas a quienes les
pusieron encima el hipil como mandato para ir a lavar al río.
En Yucatán se le revira al conocido como
prohombre de la cultura, José Vasconcelos que acabó imponiendo el día de la
madre, por la rebelión de las socialistas de los círculos rojos de reflexión
que pedían sus derechos.
Hasta Yucatán llegó Hermila Galindo en 1916, como heraldo del
constitucionalismo. Hoy, de acuerdo con los informes oficiales, en Yucatán se
registra la estadística más baja en violencia contra las mujeres.
No obstante, Yucatán con una buena parte
del sureste mexicano ha olvidado su origen, anida la pobreza y la ignorancia,
todavía es grande la diferencia entre indígenas y blancos. Tiene como herida la
guerra de castas y los frescos del palacio de gobierno recuerdan las imágenes
de tan cruel historia.
Yucatán es la única entidad del país
donde ha habido dos gobernadoras, entre las apenas seis de nuestra historia.
Dulce María Sauri (1991-1994), quién también se convirtió en la dirigente
nacional del PRI, e Ivonne Ortega (2007-2012).
De esos aires sureños donde anida tanta
historia y tanta marginación, de ahí tendría que venir la reflexión del Día Internacional
de la Mujer, para revisar la agenda, tan parecida y distinta, a la que hoy
tenemos en México: educación, salario igual a trabajo igual, cese a la violencia
contra las mujeres -que cobra a diario vidas y el futuro para miles de
mexicanas-, hacer real la igualdad para mujeres y hombres, el más grande de los
pendientes y desde donde se construyen la discriminación, el feminicidio, el
rechazo y la exclusión.
Yucatán del que se enamoró Alma Reed. El
estado mítico que un día quiso separarse de México, por la decepción política y
social. Desde donde marchan todos los días cientos de yucatecas en busca de una
mejor opción de trabajo y de vida. Y según estudio del Inegi, es el lugar de
origen de una mayoría de trabajadoras domésticas a quienes la modernidad les
quiere cobrar impuestos.
Un sitio de playas, paisajes, caminos.
Hermoso y doloroso cuando se ven convertidas las añejas casas de los dueños de
los campos de henequén, construidas con la sangre de las indígenas, convertidas
en hoteles exclusivos para el gran turismo. Un pueblo desde el cual podría
anunciarse y luego cumplirse un verdadero y profundo programa de cambio
cultural, de justicia para las mujeres; ahí la cuna del día de la madre, por
represión, se podría dar respuesta a las madres de las y los desaparecidos y su
estela de desgracias donde nace nuestra indignación cotidiana.
Sería bueno que se hable fuerte y
profundo desde el sitio yucateco, y de paso podremos recordar que marzo es
emblemático, porque el día 5, se cumplen 145 años del nacimiento de Rosa Luxemburgo,
una de las promotoras del histórico segundo congreso internacional de mujeres
socialistas, espacio que vio nacer la celebración del 8 de marzo y donde
arrancó la larga faena de las sufragistas del mundo entero.
è MIEMBRO ACTIVO DE FRECONAY, A.C. ç