"Las locuras del emperador"
La
semana de pascua resultó acorde a lo que se esperaba. Se registró un ritmo de
vida lento en Tepic. Poco tráfico vehicular. Circulación fluida a pesar de que
te encuentras cada terrorista vial que con mucha facilidad te provoca una
gastritis. Esta calma chicha que se disfrutó esta semana sin duda que se va a
extrañar ahora que regresen a clase los miles de párvulos de la primaria, los
jóvenes estudiantes de secundaria y bachillerato, además de los maduros
educandos universitarios.
Ni
siquiera las campañas políticas tienen la intensidad que yo esperaba. Estos
días sentí que las cosas se movían en cámara lenta. Se podría decir que hasta
los mandobles entre candidatos opositores parecían suaves caricias. Les hace
falta prender más la hoguera de las pasiones. Al menos para que no se sienta
tan aburrida esta contienda y que en lugar de un combate de box pareciera que
bailan una estudiada coreografía vienesa. No es que me guste la violencia o que
sea como esos señores que gritan ¡quiero ver sangre! desde las primeras filas
de la arena de boxeo, pero la contraparte, el polo opuesto, muy opuesto, me
parecería como si hubiera un tácito acuerdo entre los contendientes de no
lastimarse mucho, que en términos de la política sonaría a “son la misma cosa”.
Por
otro lado, las detenciones de políticos corruptos ya no son tan festejadas.
Será que ya son tantos los fugitivos y prospectos que ya ni como quiniela
funcionan. Si fuera un juego, así de ese tipo, en mi caso diría “te cambio los
dos Duarte” por Sandoval Castañeda. Pero el crupier de la política nacional, mi
asiático secretario de gobernación, no se decide a soltar ese “as que tiene
debajo de la manga”. Según dicen, está expectante, vigilando que no se le vaya
a escapar el gobernador nayarita porque se le vendrían abajo las tres
gubernaturas que están en juego en la elección de junio. Pero nosotros decimos
que si no lo hace antes de las votaciones el pueblo le cargará la mano al PRI.
Si aún quiere conservar la mínima posibilidad de ganarlas tendrá que
“sacrificar” otra de las piezas de su ajedrez. Y es aquí donde todos gritamos
al unísono: ¡Roberto, Roberto, Roberto!
Tampoco
hay que confundir las cosas, por la manera en que se dicen. Hay que ser
precisos en la forma. Por supuesto que
la gente deseábamos que apresaran a Javier Duarte. Si se dijo que esa detención
había sido “concertada” fue derivado precisamente por la forma y los tiempos
que se manejaron. La manera tan cándida de venderte la historia provocó que la,
ya de por sí, desarrollada perspicacia de los mexicanos tomara esta acción cómo
una manipulación, un complot y, en el extremo, hasta una burla. Esa situación,
que parecía una inconformidad, fue lo que propició la reacción de enojo de EPN
y en una rabieta mexicana y bravía externó la famosa frase: “no hay chile que
les embone” intentando decir que “no se les daba gusto”.
Lo
anterior tiene sentido, en el caso de lo que la gente desea, precisamente es el
aspecto “oportunidad”. Que se hagan las cosas a tiempo, de una buena vez.
Seguramente al gobierno federal no le quedará otra opción que apresar al
gobernador nayarita, porque tratar de ocultar una verdad de ese tamaño sería
tanto como tapar el sol con un dedo. Que no lo diga la prensa local no quiere
decir que no ocurran las cosas. Es sumamente criticable que exista esa clase de
ocultamiento y bloqueo de la verdad, o la autocensura que tiene su origen en el
miedo, ante la amenaza de la corrupción y la impunidad, ese peligroso binomio
que parecía haber sentado sus reales para siempre en nuestro estado.
Aún
existen grandes muestras de la resistencia que está ejerciendo el grupo en el
poder. Una de las que recuerdo en este momento es la estólida declaración que
hizo Jorge Segura, el presidente del congreso local, ante un grupo de
periodistas. Se atrevió a negar categóricamente la existencia de una solicitud
ciudadana de juicio político en contra del gobernador, cuando existen pruebas
documentales concluyentes de que fue recibida y posteriormente ratificada dicha
solicitud los días 7 y 17 del mes de abril del año en curso. En mi opinión
descartaría el desconocimiento del hecho porque no nos estamos refiriendo a un
trámite administrativo cualquiera sino es un asunto de relevancia que aún,
suponiendo sin conceder, hubiera estado ausente de su despacho tendría que
haber sido informado al respecto.
No
queda más que la muestra palpable de la escuela de la arrogancia y el cinismo
que puso de moda Roberto Sandoval en esta infausta y tristemente célebre
administración que, paradójicamente, se autodenominó “de la gente”. Cuando el
tiempo avance en su inexorable camino y esta pesadilla socio política haya
pasado a la historia, sólo quedará el juicio de ésta y lo más probable es que
la sociedad recuerde este sexenio como uno de los más abusivos, “valemadristas”,
irresponsables, corruptos, cínicos, corrientes e ignorantes que se hayan
tenido.
Yo he
visto muchos gobiernos, muchos líderes, políticos de distintos estilos,
personajes sui géneris, pero nunca había visto alguien que me provoque náuseas
como el que hoy está al frente del ejecutivo. Nunca había tenido esa sensación
de desprecio y animadversión hacia una persona que represente una institución. Pero
esta vez, tengo que reconocerlo, se lo ha ganado a pulso. Ha superado todas las
expectativas. La labia promisoria del político típico fue avasallada por la
palabra maquinada y perversa de alguien que se conduce con alevosía. La
humildad y sensibilidad social que se esperaba de un hombre que surge del
pueblo se convirtió en arrogancia y maldad, en prepotencia y venganza. Se le
había perdonado de antemano su ignorancia y su falta de perfil para una
encomienda de esa magnitud, pero a cambio se apostaba por el carisma, el don de
gente y la buena voluntad, elementos que se perdieron en la bruma del poder y
la codicia.
Al
asumir el poder en el año de 2011, fustigó, recriminó y revocó, en aras de la
austeridad, según él, las bases
sindicales que Ney González había otorgado a sus amigos cercanos en las
postrimerías de su ejercicio y hoy este sátrapa lo hace pero con mayores
agravantes que aquel. Roberto Sandoval le quitó las bases a los jefes de
departamento que habían sindicalizado y él no sólo les dio base a un gran
número de jefes de departamento sino hasta directores, coordinadores,
contralores, policías, guaruras, y demás; y no sólo eso sino que además no les
dio los niveles uno o dos, como se hace tradicionalmente, les dio los niveles
más altos pasando por encima de las personas que esperan durante años y que
cuentan con el perfil para esos niveles.
Hizo un
auténtico cochinero dentro de las dependencias. Personas de campo las mandó al
administrativo, a su antiguo cuidador de caballos, que era jefe de Departamento
de Recursos Humanos, lo convirtió en “Operador de Camión de Carga Volteo”; a su
jefe de Eventos Especiales le dio la base de “Encargado de Mantenimiento de
Maquinaria” ambos con nivel 6, y probablemente con compensación, que ya se
investigará. A un conocido locutor de radio y conductor de televisión que era
un adulador de su gobierno, lo convirtió en un flamante mecánico en la SOP.
Así las
cosas locas que hizo el bendito, sensible y generoso gobernador, valiéndole
gorro toda norma y todo estatuto jurídico. El cinismo vuelve a hacerse presente
cuando el SUTSEM tramita un amparo ante este atropello y la parte patronal
niega haber dado bases y recategorizaciones, el juez solicita las pruebas de
esos movimientos, mismas que ya están en poder del área jurídica del sindicato.
Veremos que resulta. Le daremos seguimiento al asunto.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.