En
muchos sentidos la semana anterior fue muy ajetreada. No sé si esta sensación
tenga que ver con la activación física que (casi por obligación) inicié o por
tantos otros eventos y emotivas situaciones de las que fui partícipe. Intentaré
explicar de la mejor manera posible lo dicho.
Empezaré
por el miércoles veintisiete de abril, fecha en que se realizó una presentación
de mi más reciente novela titulada: “El regreso”. Este evento fue auspiciado
por la Sala de Lectura “La Magia en el leer” ubicada al interior de las
instalaciones del S.U.T.S.E.M. sito en la colonia “Las Aves” de esta ciudad
capital. Sería imposible negar la carga emocional que el suceso tuvo para mí.
Aunque, ya superando el nerviosismo que antecede a ese tipo de cosas, se
desencadena una especie de explosión de gozo, sobre todo si resultó positivo el
saldo del acto celebrado.
Claro
que me hubiese gustado contar con mayor audiencia que la que tuvimos en la
presentación, pero también es de justicia decir que fue un grupo un tanto
reducido pero muy activo, muy participativo, que dejó un gran sabor de boca.
Los comentarios acerca del libro estuvieron a cargo de la maestra Gabriela
(Gaby) Alvarado, quien realizó una estupenda exposición de su contenido. Fue un
análisis muy detallado de la narrativa pero, sobre todo, una excelente forma de
compartir las emociones que le provocó la lectura y los recuerdos que trajo a
su mente. Una excelente tarde cultural conducida por nuestra magnífica
anfitriona Liliana Hernández, a quien agradecemos la invitación.
Otra
actividad fuerte, por decir lo menos, fue la marcha conmemorativa (y de
protesta por supuesto) del primero de mayo, el tradicional desfile del “Día del
Trabajo” efectuado el domingo anterior. Aquí puedo decir que, iniciando por la
“desmañanada”, presentándonos a las siete y media de la “madrugada” (digo para
ser domingo esa hora es madrugada) luego la espera, muy larga por cierto, para
salir desde el parque Juan Escutia con rumbo al palacio de gobierno del estado.
Así que no deja de ser cansado, si consideramos mi edad, este ejercicio
matutino. Pero, en contraparte, se puede decir que el fin justifica los medios.
No creo que esta multitudinaria movilización no pegue en el ánimo de los que
dirigen la política local, incluso la nacional. Ver la impresionante serpiente
que zigzaguea entre las calles de la ciudad mostrando sus rutilantes colmillos
y sus ojos desorbitados que claman justicia social, siempre tendrá que causar
una fuerte impresión por más ausencia que se respire en la sede del poder
estatal.
Otra
de los pesos emocionales que circularon por mi ajetreado fin de semana fue la
incertidumbre o la ansiedad (bueno, no tanta) que me causaba la espera del
veredicto de los ganadores del Premio Estatal de Periodismo en su edición 2022.
Digo no tanta porque, aunque siempre participo con el ánimo de ganar en mi
género, también estoy muy consciente (eso me lo enseñó la experiencia) que
existen factores subjetivos en cada una de las personas que participan como
jueces, lo cual no es criticable, porque al final de cuentas no deja de ser un
asunto de apreciación. Así que siempre participo pensando en que ganaré el día
(o año) en que el certamen tenga jueces a los que les guste mi estilo de
escribir. Este año, el ganador en el género de columna fue nuestro decano Brígido
Ramírez Guillén, a quien extiendo mi sincera felicitación por su trabajo y su
trayectoria. De igual manera a los compañeros periodistas que obtuvieron el
premio en los demás géneros participantes.
Por
último, otro asunto de peso emocional importante que pone el broche de oro al
acontecer de la semana anterior (este sigue vigente) es la noticia,
extraordinaria notificación, de parte del presidente del Comité Organizador de
la Feria Nacional de Primavera de Santiago Ixcuintla, el Lic. Marvin Bernardo
Arce Carrillo y el Director de los LXIX Juegos Florales de la misma, Lic. Juan
Manuel Ortega Rubio, que me hicieron llegar el oficio en el que me informan que
fui elegido para fungir como el “Mantenedor de los Juegos Florales 2022” lo que
constituye un altísimo honor y una extraordinaria distinción para su servidor,
en el entendido que esta designación es derivada del consenso a favor de una
trayectoria significativa dentro del ámbito artístico y/o cultural.
Quizá
para muchas personas el término de “Mantenedor de los Juegos Florales” resulte
desconocida. Por esa razón desconoce obviamente la importancia que reviste tal
nominación. Pues bien, la mencionada figura es, a grandes rasgos, un
acompañante principal en la ceremonia de coronación de la reina electa para
estas festividades y, principalmente, quien le dirige el mensaje a ella, a sus
acompañantes y al público en general. En algunas ocasiones, dependiendo de la
logística elegida, es también quien da a conocer el nombre de la poeta o el
poeta ganador de los Juegos Florales (Tradicional concurso de poesía, cuyo
premio consta de una bolsa de 50 mil pesos). La importancia de esta figura,
además de lo comentado, es que se selecciona a una persona de trayectoria en el
ámbito mencionado, cuya imagen y presencia profesional y personal armonice y dé
realce al evento en que se premia al género más álgido de las letras: la
poesía.
En la
lista de mantenedores, si la memoria no me falla, han figurado personajes de la
talla de Everardo Peña Navarro, Severiano Ocegueda Peña, Octavio Campa Bonilla,
entre muchos otros.
Por
lo anterior, resulta de gran valor curricular y de altísima trascendencia,
tener este gran honor que agradezco infinitamente a quienes valoran mi trabajo
y mis esfuerzos en el caminar por las sendas sinuosas pero maravillosas del
periodismo y la literatura. Muchas gracias a Santiago Ixcuintla por invitarme a
formar parte de esta página de su historia cultural. Muchas gracias por esta
inmensa motivación que fortalece mi espíritu de lucha y proporciona nuevos y
frescos aires para seguir adelante, siendo leal a mi vocación y generoso en la
voluntad. ¡Muchas gracias!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.