"De regreso a casa"
Es
un poco difícil retomar el paso después de unos días de asueto. Me estoy
refiriendo a cada uno de los ámbitos en los que estés realizando actividades.
Puede ser en la oficina, en el periódico, en el estudio, en la asociación de
periodistas o en todos a la vez. Pero, también es cierto que es algo muy
natural y que en unos pocos días puedes volver a tomar el ritmo acostumbrado.
Es
un placer regresar a casa por mejor que sean tus vacaciones. Por supuesto que
se disfruta mucho salir de la rutina, visitar lugares distantes, saludar y
convivir con familiares y amigos, degustar otros tipos de gastronomía, pero al
final de cuentas siempre terminas extrañando tu casa, tu cama, tus sitios
preferidos y el ritmo de tu comunidad y de tu vida.
Fue
algo muy bueno estar en la capital de la república por unos días, aunque esta
vez me sentí un poco más afectado por la contaminación y el frío que en otras
ocasiones. Aun así, aunque no salí de paseo a un sitio especial, disfruté
de la convivencia siempre amable y alegre que generalmente sabe generar mi
familia política. Sin faltar la oportunidad de deleitarte con los incomparables
manjares urbanos de la capital de los tlacoyos y los tacos de “suadero”, la
gran “Chilangolandia”.
Me
cuesta un poco de trabajo volver a levantarme temprano. Afortunadamente mi
ciudad aún se encuentra en la modorra del vacío vacacional de las escuelas y
necesito menos minutos para llegar a tiempo. Las calles se observan semivacías,
lo mismo que la mayoría de las dependencias de gobierno, algunos centros
comerciales y otros servicios. En resumen, creo que vale la pena disfrutar esa
calma temporal que nos regala esta época del año.
Tanto
el final como el principio de año son momentos especiales para los buenos
deseos y la reflexión. En ese orden de ideas, les comento que, aunque me
alentaba la curiosidad natural de periodista, esa que te impulsa a estar atento
y enterado, estuve tratando de anteponer una actitud de aislamiento o separación
de lo que sucedía en mi terruño. Experimento que resultó poco exitoso. Alentaba
en mi pensamiento, y más en mi corazón, la esperanza que, como en los cuentos
de hadas, al regresar a casa las pesadillas hubieran quedado atrás y al
despertar me iba a encontrar con un mundo distinto, libre de violencia, de
asesinatos y "levantones", de corrupción, de impunidad y, ya aprovechando el
sueño, sin problemas de índole económica, sin aumentos de precios, ni pérdida
del poder adquisitivo. Bueno, al fin y al cabo se vale soñar.
Hubiera
sido mejor quedarme dormido. El despertar es muy doloroso. El panorama no pinta
nada halagüeño. Así que después de la resaca de la sidra y la euforia
decembrina, iniciamos el año nuevo con algo que ya no es nada nuevo, otro "gasolinazo". Otro golpe bajo a los mexicanos, otra mortal puñalada a la economía
de las familias. Es inconcebible que a pesar de la ostensible inconformidad y
hartazgo social los operadores de la mafia gubernamental sigan asestando esos
mandobles inmisericordes, sobre todo estando ya a escasos meses de la elección
presidencial.
Se
podrá decir cualquier argumento tecnócrata, uno más de los artilugios de la
jerga financiera, que los ajustes derivados de la liberación de precios, que si
el “Impuesto Especial sobre Producción y Servicios” (IEPS), que si la
cotización del dólar, que “si la manga del muerto” pero el caso es que siempre
tendrá que “pagar el pato” el sufrido pueblo, porque es de dominio público que
hasta los “gasolineros” hacen negocios sucios con los denominados
“Huachicoleros” que roban millones de litros de gasolina a PEMEX y se los
venden a mitad de precio, con la complacencia y/o complicidad de las
autoridades.
Las
nubes negras del escenario económico deambulan por doquier. Es de suponerse la
escalada de precios que se dejará venir como consecuencia del gasolinazo. Todos
los productos verán incrementado sus precios de manera automática, ya que
aumenta el costo de operación, debido al transporte de todas las mercancías y
al aumento también en muchos de los productos relacionados con la industria
energética, como por ejemplo el Gas L.P. y otros. Y no me vayan a salir con el
chistecito ese de que “a mí no me afecta el "gasolinazo" porque yo no tengo
carro”, porque si no tienen carro es porque seguramente su nivel económico es
de bajos recursos y menos probabilidad tendrán de adquirir todos los productos
básicos que aumentaron su precio.
Si
todo eso no fuera suficiente, nuestros flamantes representantes populares
(léase senadores y diputados) han asestado nuevo golpe a los derechos de la
sociedad con la aprobación de la “Ley de Seguridad Interior”, una legislación
que ponen en entredicho la seguridad jurídica de las personas, en el ámbito de
sus derechos humanos y de su patrimonio. Los serviles legisladores decidieron a
favor de esta ley pese a las múltiples, constantes y reiteradas protestas de la
ciudadanía. Ahora sólo queda esperar que la Suprema Corte de Justicia asuma
realmente su papel de garante de la constitución mexicana y declare la
inconstitucionalidad de dicha ley, una vez que se agoten los debates de interés
nacional de todos los actores sociales, personas y organizaciones que defienden
los derechos humanos, que se espera presenten las controversias
constitucionales necesarias ante la corte.
Será
este un año muy especial. Se están moviendo todos los hilos conductores de la
política y se observa ya una definición de los escenarios y los actores
principales de esta obra del teatro nacional. No se necesita ser un auténtico
dramaturgo para identificar al protagonista y, sobre todo a los muchos
antagonistas, que lucharán hasta el último suspiro, vendiendo su alma al diablo,
si fuera necesario, con tal de impedir
el triunfo de un nuevo proyecto de nación.
Estaré
atento a cada una de las sorpresas que me tenga reservadas el año que recién
comienza. Sé que será un año muy difícil en muchos sentidos, pero aun así, conservo
la esperanza que, juntos, saldremos adelante. Sigo confiando en el luminoso
despertar de la conciencia social. Sigo esperando que el pueblo mexicano, que
está harto de la humillación y el saqueo, abra por fin los ojos y defienda con
uñas y dientes sus derechos fundamentales y su patrimonio familiar, pero sobre
todo que esta vez sí esté dispuesto a recuperar la dignidad que le ha sido
arrebatada.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.