domingo, 19 de mayo de 2024

"El espíritu de Nerón"

 


                          


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"El espíritu de Nerón"

  El sábado veinte de abril del presente año nos despertamos con la noticia que el tiradero de basura “El Iztete” estaba en plena combustión. Como es usual, los habitantes de esta capital nayarita no le dimos la debida importancia al suceso y la mayoría pensamos que era un incidente sin mayor trascendencia y a la brevedad pasaría a la historia local como una más de las innumerables anécdotas que se generan a diario. No fue así. Lo sucedido se convirtió en un considerable problema ecológico, agravado con la “misteriosa” aparición de nuevos incendios, uno de ellos en el ya deteriorado y maltrecho cerro de San Juan.

 Pronto nos dimos cuenta que el problema de la “quemazón” de basura era de grandes proporciones y peores consecuencias. El cielo de la ciudad se empezó a nublar y de pronto recordé cuando vivía en la ciudad de México. Sin demora vinieron a mi mente aquellos cielos grises que tornaban a terrosos, incluso a veces como un magenta oscuro que nos provocaba el temor de una probable lluvia ácida.

 Nuestra tierra siempre es muy especial y, por supuesto, que todo lo que hay acá es muy distinto a cualquier otro sitio de nuestro país. La información acerca del incendio empezó a fluir igual de lenta que la reacción de las autoridades ante la contingencia. Como era de esperarse, a la par de las noticias que intentaban despejar las dudas de los ciudadanos acerca de las causas y los riesgos del siniestro, aparecieron como moscas las especulaciones y las historias de pasillo, las leyendas urbanas que, en forma detallada, explicaban y desnudaban a los perpetradores de tal felonía ambiental.

 ¿Quiénes son los culpables del desastre? Pues eso depende. Si la pregunta es de carácter histórico, pues tendríamos que remontarnos a más de treinta años de la existencia de este “tiradero de basura a cielo abierto” mal llamado relleno sanitario pues, desde mi punto de vista, son dos cosas muy distintas ya que el primero representa una amenaza para el medio ambiente y la salud, mientras que el segundo permite la disposición final de los residuos sólidos, favoreciendo el reciclaje y reduciendo los riesgos de salud.

 Dicho lo anterior, debemos recordar que el caso de este famoso tiradero municipal tiene una larga historia que no termina en la cuestión material o en el asunto de la infraestructura sanitaria, sino que ha sido un tema llevado y traído por políticos y administraciones municipales pasadas. Ha servido como bandera de campañas electorales, pero nunca se ha llegado a un final feliz, aunque en tiempos recientes parecía que estaba próximo.

 Si cambiamos los tiempos y nos situamos en esta brutal actualidad, pues entonces ya podemos ubicarnos en un episodio casi peliculero (sin albur) donde ya los probables actores abundan. Por un lado, se habla de misteriosos pirómanos que, ocultos en el nocturno ropaje de la noche, daban rienda suelta a su ardiente sicopatía. Otros, no queriendo desaprovechar el cálido ambiente político de las campañas electorales, se apresuran a declarar que son los enemigos del partido oficialista los que han provocado incendios a diestra y siniestra, con el propósito de crear un clima de aversión hacia ellos y menguar la simpatía e intención del voto.

 Sea el espíritu de Nerón (poseyendo a los pirómanos locales) el que goza de la parafernalia del fuego al compás de su lira, los maquiavélicos cerebros de los estrategas políticos o vaya usted a saber que otros negros intereses estén involucrados en esta terrible catástrofe que ha puesto en peligro a los que vivimos en la capital nayarita, el caso es que la contingencia ambiental nos ha puesto contra la pared.

 Resulta de una profunda tristeza y preocupación ver el nivel de envilecimiento que puede existir detrás de oscuros intereses que entablan sórdidas luchas por lograr sus objetivos. Si de verdad estos incendios fueron provocados dolosamente, me imagino el grado de mezquindad existente para exponer al contagio de peligrosas enfermedades respiratorias y de otro tipo, incluso cáncer. ¿Qué clase de desperdicios nauseabundos se han convertido en espesas nubes de humo que van a nuestros pulmones? ¿Alguien puede imaginar las cosas que se pueden encontrar en las toneladas de basura tiradas a cielo abierto? Plásticos nocivos, medicamentos caducados, toallas femeninas, gasas, gusanos, jeringas, insecticidas, pesticidas, solventes, pinturas y un sinfín de artículos y desechos tóxicos que son un peligro latente, sobre todo para los grupos más vulnerables de la sociedad.

 Reitero que la reacción para resolver esta trágica problemática se puede adjetivar de negligente, lenta, omisa, indolente, indiferente (me quedan más sinónimos, pero poco espacio). No digo que no hayan enviado a las heroicas brigadas de siempre a luchar con más ganas que equipo, pero subestimaron el nivel del siniestro y de las consecuencias en el importante riesgo a la salud pública.

 Ahora sí estamos lucidos, se nos quema el basurero, el cerro de San Juan y quien sabe cuántos incendios y conatos más haya al mismo tiempo. Al salir a trabajar, el ambiente más parecía un paseo con Hades por el inframundo que la antes bella atmósfera de nuestro Tepic. Por si fuera poco, este medio ambiente que nos ponía como lisas tatemadas o ahumadas, te acercabas un poco hacia el centro y el chacuaco del molino de Menchaca vomitaba serpientes de humo denso que se retorcían caprichosamente con el empuje del leve viento de temporada.

 Parece que nada ha quedado de aquella atmósfera transparente, de aquel cielo límpido y cristalino que a muchos nos atrajo de las ciudades y nos hizo sembrar nuestras ilusiones en esta pequeña capital hospitalaria y tranquila. Después de quince días de no poder extinguir los incendios simultáneos, ha llegado la ayuda del gobierno federal. Lo supongo al ver helicópteros sobrevolar nuestra ciudad. ¿Por qué hasta ahora? Solo Dios y las autoridades (municipal y estatal) lo saben.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.