ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita
Las fiestas en honor a El Sagrado Corazón De
Jesús, son desde hace muchos años todo un acontecimiento en este municipio
enclavado en la región altos del estado de Jalisco, pues en ellas se mezclan la
cultura, la fe y las tradiciones del pueblo mexicano.
Para los integrantes de La “Banda 10-10”, la
actividad musical comenzó desde a muy temprana hora, al dar inicio a esta con
las tradicionales mañanitas o alborada, siguiéndole con el más que concurrido recibimiento,
la peregrinación y, ya por la noche, el tradicional baile en la plaza
principal, poniéndole a todos estos eventos la alegría y el sabor con lo mejor
de su repertorio musical, al más puro y tradicional estilo sinaloense.
Estas tradiciones (musicales culturales),
son fieles ejemplos de diferentes culturas alrededor del mundo. Son prácticas
culturales que bien pueden parecer extrañas a quienes desconocen su significado
u origen. Sin embargo, cada tradición es parte de una cultura, de una
tradición, de un estilo único que se ha desarrollado durante muchas
generaciones. Dado que cada cultura es única, solo aquellos que la entienden de
forma nativa e instintiva están en condiciones de garantizar que su
interpretación musical será ejecutada perfectamente, puesto, que para ello
fueron entrenados.
Esta es la razón, por la que los servicios
musicales, que estos integrantes, su participación, su presencia física, es
considerada culturalmente única, debido a que este tipo de grupos musicales,
sus habilidades para realizar, son tan importantes para la fiel ejecución e
interpretación, de este estilo musical en mención.
Después de todos los eventos del día, los
integrantes de La “Banda 10-10” regresaron a su natal Otatlán, Jalisco cansados
pero alegres, motivados y con las pilas bien recargadas, luego de tanta buena
vibra y el cálido recibimiento que tuvieron de la gente en Milpillas.