AÑO BISIESTO
Por: SAÚL ARMANDO LLAMAS LÓPEZ / Periodismo
Nayarita.
Guadalajara, Jal. – ¿Qué es un año bisiesto?
Un año bisiesto es
un año dotado de un día adicional al término del mes de febrero (29 de febrero)
y que ocurre una vez cada cuatro años regulares. Este día
“extra” reúne las fracciones de tiempo que sobran de los cuatro años anteriores,
dado que en el calendario tradicional un año consta de 365 días y no de los 365
días con 5 horas 48 minutos y 45,10 segundos que establece el año solar o
tropical calculado astronómicamente.
De
este modo, existe un desfase de tiempo anual que requiere de corrección, lo
cual se corrige añadiendo un día a febrero cada cuatro años. Esta estrategia se
hallaba presente ya en el calendario juliano de la antigüedad
romana, cuando se intercalaba el día entre el 23 y 24 de febrero. De allí que
“bisiesto” sea la abreviatura de la expresión “bis sextus dies ante calendas
martii” (“repetido el sexto día antes del primer día de
marzo”). La idea de añadir al calendario un año bisiesto se
atribuye al emperador romano Julio César (100-44 a. C.), tras su llegada a
Egipto en el año 49. a. C.
Hasta entonces el calendario romano era muy inexacto y contaba con siglos de retraso en su propia cuenta, por lo que Julio Cesar le encargó al sabio Sosígenes de Alejandría la elaboración de un nuevo calendario, cuya implementación hizo del año 46 a. C. el más largo de la historia romana (445 días de duración), para esperar al punto adecuado y comenzar desde cero. Así nació el calendario juliano, en el cual se añadía un año bisiesto cada cuatro. El calendario juliano estuvo vigente en Occidente hasta 1582, cuando el papa Gregorio XIII procedió a reformarlo, asesorado por el astrónomo jesuita Christopher Clavius. En dicha reforma se asignó el día extra al 29 de febrero, tal y como permanece en la actualidad, lo cual requirió de la supresión de 10 días entre el 4 de octubre y el 15 de octubre de 1582. Los años bisiestos cuentan, pues, con 366 días (un día extra al final de febrero) y se pueden reconocer porque su número es exactamente divisible entre 4 y entre 400.
Año natural y año calendario
Los
términos “año natural” y “año calendario” se refieren al mismo lapso de tiempo
de doce meses, pero calculado a partir de parámetros distintos, de la siguiente
manera:
·
Año
natural. Se trata de un lapso de 12 meses transcurridos desde un día
cualquiera del calendario hasta su repetición inmediatamente futura. Es decir,
hay un año natural entre el 5 de julio de 2010 y el 5 de julio de 2011.
·
Año calendario. Se trata de un lapso de 12
meses transcurridos desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, y considerado
convencionalmente como un ciclo completo en el calendario gregoriano actual. Esto dependerá,
sin embargo, de qué calendario se utilice: algunos emplean ciclos lunares o
solares distintos, por lo que sus años tendrán una duración diferente.
Año comercial y año fiscal
El
año calendario sirve no solo para llevar la cuenta de los días, sino para planificar
las actividades humanas. En ese sentido,
permite la invención de otros tipos de año, que coinciden más o menos con el
lapso del calendario, pero que son aplicados en áreas muy específicas de la sociedad. Tal es el caso, por ejemplo, del año
comercial y del año fiscal.
·
Año
fiscal o financiero. Al igual que el año calendario, tiene una
duración de 12 meses, pero no necesariamente inicia y culmina en los mismos
días de enero y diciembre. Se trata de un año que compete únicamente a las
obligaciones tributarias y de pago, o sea, a la burocracia del Estado, lo cual permite sectorizar y organizar
la actividad financiera anual.
·
Año
comercial. Está dotado de tan solo 360 días, fruto de la simplificación del
año calendario, asignándole a cada mes 30 días de manera enteramente artificial
o convencional. Se trata de un calendario transaccional, útil para calcular los
intereses de los bancos y para los descuentos comerciales, entre otros asuntos
de competencia comercial y del campo de las transacciones, como los alquileres.
Año lectivo
El año lectivo, año académico o año escolar es el ciclo anual de estudios que se lleva a cabo en las escuelas, institutos y universidades de un país. Durante el año lectivo los estudiantes asisten a sus centros de enseñanza, por lo que no forman parte de este los períodos de vacaciones. Los años lectivos determinan el inicio y culminación de los lapsos anuales de clase (coincidan o no con el año fiscal), y también la estratificación de los distintos grados de estudio según su tiempo de instrucción: primer año, segundo año y así sucesivamente.
Año sabático
Un año sabático es un año de descanso o de preparación, generalmente aplicable al ámbito académico, para nombrar los lapsos de estudio e investigación disponibles a los docentes y profesores universitarios, con el fin de que construyan nuevas líneas de investigación, lo que los lleva a interrumpir temporalmente su ejercicio docente. Sin embargo, el origen del término proviene de una costumbre agrícola en la Antigüedad que daba un año de “descanso” a la tierra después de cada sexto año de cosecha consecutiva, con el fin de que los suelos repusieran sus nutrientes y no agotaran su fertilidad. La palabra “sabático” comparte su origen con el día “sábado”: del shabbat del pueblo hebreo, que significa “el [día] de descanso”.
Año luz
En el campo de la astrofísica, se llama año luz (al. o a. l.) a la distancia que recorre la luz en el vacío durante el lapso de tiempo de un año juliano (o sea, de 365,25 días de 24 horas cada uno). Se trata de una unidad de longitud que permite expresar de manera simple y eficiente las distancias del espacio sideral, cuya expresión en kilómetros sería demasiado larga y engorrosa de manejar. Un año luz equivale específicamente a unos 9,46 x 1012 kilómetros, es decir, 9.460.730.472.580,8 kilómetros. Esta unidad se usó formalmente por primera vez en 1851, en un artículo de divulgación astronómica publicado por el científico alemán Otto Ule (1820-1876). Desde el principio llamó la atención que una unidad de longitud contuviera el término temporal “año”, y al principio se la utilizó con reticencia, pero hoy en día se ha popularizado enormemente. Aun así, sectores de la comunidad especializada prefieren el uso del pársec.
Este año 2024 va a durar 366
días en lugar de los tradicionales 365 porque es bisiesto.
Para
responder estas incógnitas debemos trasladarnos a la Antigua Roma, hace más de
dos milenios, cuando se descubrió que el calendario no estaba del todo alineado
con el año solar.
Se trata inicialmente de una idea de Julio
César, quien le pidió al astrónomo alejandrino Sosígenes que
le ayudara a crear una alternativa al
calendario romano más apegada a la realidad y a la rotación de la
Tierra. Nuestro planeta no solamente tarda 365 días en dar una vuelta al Sol
sobre su órbita como algunos piensan, sino 5
horas, 48 minutos y 56 segundos más. Por eso Sosígenes propuso un
calendario, extremadamente similar al de los egipcios, que tenía 365 días con
un día adicional cada cuatro años para así alinearse con el año solar. Así
nació el calendario juliano, bautizado
en honor a su propulsor.
¿Un día adicional el 24 de febrero?
Sin embargo, este sistema también tenía algunos problemas por lo que fue reemplazado progresivamente por el calendario gregoriano desde 1582, y es el que nos rige en la actualidad.Los años bisiestos son originalmente una idea de Julio César, quiero propuso la creación del calendario juliano. Como el calendario juliano exigía un día adicional cada cuatro años, los romanos decidieron este sería en febrero, que en ese entonces era el último mes del año. El nombre bisiesto proviene del latín "ante diem bis sextum Kalendas Martias", (sexto día antes de las calendas de marzo en español), es decir el 24 de febrero. Como la frase era un poco larga se terminó resumiendo en "bis sextus": bisiesto en nuestra lengua. Años más tarde, el papa Gregorio XIII decidió, a través de una bula papal, "perfeccionar" el calendario. Una de las modificaciones fue que el día adicional de los años bisiestos sería el 29 de febrero y no el 24 fijado por el calendario juliano.
Una solución matemática
Asesorado
por el astrónomo jesuita Christopher Clavius, el pontífice también estableció
que después del jueves 4 de octubre de 1582 sería 15 de octubre, una supresión
de 10 días que ayudaba a desaparecer el desfase con el año solar. El papa Gregorio XIII decidió
perfeccionar" el calendario. Y para que este
desajuste no volviera a producirse, se creó un sistema de excepciones a los
años bisiestos. No serán años bisiestos los que sean múltiplos
de 100, excepto si también lo son de 400. Por esta razón no fueron bisiestos
el año 1800 ni 1900, pero sí que lo fue el año 2000. Y por este mismo motivo ni el año 2100 ni el 2200 serán bisiestos.
¿Un calendario sin referencias religiosas?
Este
conjunto de reformas dio paso al calendario
moderno, que actualmente conocemos como el calendario
gregoriano. Desde esta última reforma no ha habido nuevos cambios en el
sistema. Sin embargo, en algunos países como Francia han existido movimientos
para modificarlo. En 1792, en plena Revolución Francesa, ese país adoptó un calendario "republicano", diseñado
por el matemático Gilbert Romme. Este calendario pretendía eliminar las
referencias religiosas y darles nuevos nombres a los meses -referentes a
fenómenos naturales y a la agricultura- y modificando la duración de estos. Pero
esta versión tuvo una vida muy corta:
tras el derrocamiento de Napoleón en 1814 Francia no tardó en volver a utilizar
la versión creada por Gregorio XIII e ideada por Julio César.
FUENTE:
Longitud - Concepto, distintos significados y ejemplos