JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"A cada capillita le llega su fiestecita"
Tenía
ya preparado un material para el comentario de esta semana, pero precisamente
hoy, viernes diecisiete de mayo, se incendiaron las redes sociales y se
llenaron los espacios informativos escritos, digitales y televisivos con la
noticia bomba que resultó la declaración conjunta de la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de
México y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos: “Roberto Sandoval Castañeda (RSC) fue
incluido en la lista negra por actos de corrupción y por recibir sobornos de
dos organizaciones criminales.
Esa es
la noticia general que despertó una de las expectativas más importantes de los
últimos años. La información es abundante y circula en todos los medios
nacionales, prensa escrita, radio y televisión. Yo estoy seguro que esa veta de
información se magnificará en los próximos días. El inconveniente de este texto
es que, cuando esté disponible al lector, en cinco días más aproximadamente, ya
habrán corrido ríos de tinta y
ocurrido otras cosas que darán mucho de qué hablar. Los medios de comunicación
más importantes ya hicieron, en menos de veinticuatro horas, reseñas completas
de la situación, incluyendo reportajes anteriores donde se vaticinaba algo
parecido a lo que está ocurriendo. Varios medios publicaron la típica gráfica a
la usanza de los organigramas, mediante los cuales se explican visualmente los
nexos de los imputados con otros personajes.
Por
todo lo anterior, en este espacio me limitaré a ofrecer a mis amables lectores
mi opinión del asunto, el comentario de todo este embrollo que, por cierto,
muchas personas anhelaban que sucediera pero tenían poca fe de que pudiera
ocurrir, dada las aberrantes muestras de impunidad que han azotado nuestros
escenarios locales y nacionales. Es muy notoria la efervescencia que causó,
sobre todo en nuestra entidad federativa, el suceso. Desde mi percepción,
existe un regocijo popular ostensible, aunque no se puede ignorar que también hay
personas que defienden a RSC, evidentemente que se trata de gente que fue
beneficiada por él de una u otra manera, otros que participaron en muchas de
las tropelías que el multicitado ex gobernador cometió. Estos últimos deberían poner sus barbas a remojar, por aquello
de que pudiera llegarles la lumbre a los
aparejos.
Es por
demás lógico que, aunque se trate de un asunto federal e internacional, sea en
nuestro estado donde más notoriedad alcance esta temática, dado que se puede
decir que es la cancha de juego o la escena
del crimen, el lugar donde se escribieron esas oscuras historias de maldad,
abuso, humillación, corrupción y crimen. El sitio donde aún se encuentra
enraizadas muchas células delictivas de una camarilla gubernamental que exhibió
uno de los cinismos más recalcitrantes que he visto en muchos años. El
perímetro donde se encuentran las víctimas y deudos que claman justicia por las
vejaciones a las que fueron sometidos. Donde levantan la vista al cielo los que
fueron despojados de sus patrimonios personales y familiares que les costaron
esfuerzos descomunales y muchos años de lucha. Las familias que esperan una
respuesta por sus familiares desaparecidos. Los que vivieron el terror y la
angustia de identificar un cuerpo querido que yacía inerme en una denigrante y
polvosa narco-fosa. Miles de trabajadores de gobierno que vieron saqueados sus
fondos de pensiones, que no recibieron ningún incremento a sus salarios y
fueron burlados en sus pretensiones de mejores niveles en el escalafón, al
obsequiar a sus incondicionales, esos que lo defienden aún, las bases
inmerecidas de una manera arbitraria e irregular.
No
podía ser de otra manera. Tenía que ser de nuevo, de la manera vergonzosa, en
que otra justicia, que aquí no la hay, la que tuvo que actuar en contra de este
personaje tristemente célebre, la justicia de Estados Unidos. Aunque vale la
pena aclarar que esta vez habrá que reconocer que hubo disposición del gobierno
federal para que se permitiera actuar por encima de los aviesos intereses de
una mafia nacional de encubrimiento e impunidad. Aquí si hay que darle mérito a
la UIF, que hizo su tarea al activar los operativos y enroques necesarios para
hacer efectivo algo que era de dominio público, pero que después de casi dos
años de perder su investidura seguía durmiendo
el sueños de los justos.
En fin,
hay muchísima tela de donde cortar en este tópico. Ya veremos cómo se van
develando, una a una, las oscuras historias que habrán de salir a flote en este
proceso que espero se judicialice y se resuelva hasta sus últimas
consecuencias. Será muy interesante ver cómo se irá abriendo la caja de pandora,
cómo este maligno entresijo empieza a ser exorcizado por el cáliz de la verdad
y la justicia. Por la experiencia que existe en este tipo de casos es muy
entendible pensar que si las autoridades estadunidenses emitieron tal
comunicado y confinaron al ex jefe del Cártel de la Gente a su lista negra, es
porque existen pruebas irrefutables, porque ellos hubieran desestimado
cualquier acción si no hubiera seguridad de ganar el caso. Seguramente, además
de la investigación que realizaron, fue el ex fiscal Édgar Veytia, quien aportó
las pistas y los detalles que dieron rumbo a esta celebrada intervención.
Espero
que se actúe conforme a derecho y se castigue a los culpables de esa abominable
administración que será recordada como una de las más corruptas, corrientes y
cínicas. Es probable y deseable que al caer la cabeza del pulpo chupeteador, como diría mi admirado “Palillo Martínez”,
también cayeran sus tentáculos, que son muchos y muy visibles, ya que entre
ellos están repartidos muchos millones de un botín más preciado que el de “Alí
Babá y sus 40 ladrones” o a lo mejor son más de 40.
Veremos
en que termina este zafarrancho que compite en argumento con la película “El
Infierno”. Hay muchas expectativas en que el caso sea muy sonado y muchos de
ese equipo vayan a hacer compañía al ex fiscal, allá en Nueva York. Eso se
espera, por ahora creo que ya se puede aplicar el famoso dicho popular: “A cada
capillita, le llega su fiestecita”. ¿Ustedes qué opinan?
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.