SAÙL ARMANDO LLAMAS
LÒPEZ
El existencialismo es
una escuela filosófica originada en el siglo XIX y que
duró hasta mediados del siglo XX, así como al movimiento literario engendrado en ella.
Sus pensadores se opusieron a la filosofía tradicional ya que consideraban que el punto de partida del ejercicio
filosófico debía ser el individuo y sus experiencias subjetivas (fenomenológicas) del mundo.
Para los existencialistas, tanto el pensamiento moral como
el científico son insuficientes
para comprender la existencia humana. Por eso
hacen falta nuevas categorías, que ellos intentaron construir, y que están
gobernadas por una norma de autenticidad. Tanto el danés Søren Kierkegaard
(1813-1855) como el alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) intentaron
especialmente sentar las bases para esa filosofía existencialista por venir.
Sin embargo, nunca existió un acuerdo general respecto a una
definición estricta del término, y en muchos casos se lo emplea para reunir la
obra de estos filósofos desde una mirada póstuma, retrospectiva. Es decir que
no fue una escuela filosófica estructurada ni homogénea.
Los principales preceptos del existencialismo tenían que ver con
que la existencia
del ser humano precede a su esencia (de allí su nombre),
que la realidad antecede al pensamiento y la voluntad humana a la inteligencia.
Desde esa perspectiva, los
individuos son libres y responsables totalmente de sus actos, y
necesitan una ética ajena a cualquier
sistema de creencias externo a la responsabilidad individual.
Respecto a su momento histórico y su perspectiva en torno al tema
de Dios, el existencialismo suele clasificarse en tres vertientes distintas,
que veremos por separado más adelante: existencialismo cristiano,
existencialismo agnóstico y existencialismo ateo.
Puede servirte: Fenomenología
Características
del existencialismo
A grandes rasgos, el existencialismo se caracterizó por lo
siguiente:
- Fue una escuela filosófica poco homogénea de
mediados del siglo XIX y mediados del XX, cuyos integrantes coincidieron
más en sus posturas en contra de la tradición filosófica, que en un
concepto único de lo que el existencialismo era.
- No confiaban en ningún sistema de creencias
establecido (como
la religión) y pensaban que era imposible dar cuenta de la existencia
humana a través de la combinación de una perspectiva moral y una
científica solamente. Así que intentaron crear categorías subjetivas que
llenaran ese vacío.
- El
existencialismo proponía
una doctrina profundamente individualista: siempre se
trataba de mí existencia
o tu existencia,
ya que el carácter de la existencia misma era el principal acertijo a
resolver por toda filosofía.
- En
tanto movimiento filosófico, el existencialismo se oponía a toda forma de
objetivismo y cientificismo, y a cualquier otra doctrina
que entendiera a los seres humanos como una realidad completa
que debe resolverse en sus elementos para ser conocida o contemplada. Al
mismo tiempo, se oponía a cualquier forma de predestinación, ya que
sostenía la importancia de la decisión humana en el mundo; y a toda forma
de solipsismo e idealismo epistemológico, ya que la existencia era
considerada como una trascendencia del ser. Como se verá,
es más fácil definir el existencialismo a partir de a lo que se oponía.
- Según
Sartre, el existencialismo era
una forma de humanismo, dado que insistía
en la finitud de la existencia humana y en sus posibilidades éticas
inherentes. O sea, se centraba en el individuo humano y su subjetividad,
ante todo.
- De
ese modo, el existencialismo se
encontró con ciertos sentimientos de angustia, duelo, desesperanza,
melancolía, fruto de la contemplación de la finitud y la
futilidad de la existencia humana.
Historia
del existencialismo
Friedrich Nietzsche fue uno
de los fundadores del existencialismo.
La filosofía del existencialismo tuvo sus inicios en el siglo XIX. Comenzó con la obra filosófica y
ensayística de Søren Kierkegaard y de Friedrich Nietzsche, así
como con el pesimismo del alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) y en las novelas del ruso Fiódor Dostoievski (1821-1881).
Estos autores suelen considerarse antecedentes del
existencialismo, ya que la
escuela asumió su nombre en el siglo XX, sobre todo después de
los eventos traumáticos de la primera y segunda Guerras Mundiales. Entre las décadas de 1940 y 1950 surgieron en Francia los
existencialistas Jean Paul Sartre, Albert Camus y Simone de Beauvoir. Sus obras
de ficción y textos académicas, abordaron temas como el absurdo, la nada o
la libertad.
Así, a
mediados de siglo construyeron un movimiento de corte nihilista, que algunos entendieron como “el rechazo a pertenecer a
cualquier escuela de pensamiento” y tener “una marcada insatisfacción hacia la
filosofía tradicional, la cual tacha de superficial, académica y alejada de la
vida”, en palabras de Walter Kaufman.
Para muchos, el existencialismo del siglo XX estaba impregnado del sentimiento de derrota
moral que dejó la Segunda Guerra Mundial, en especial los campos
de exterminio nazis y las dos bombas atómicas arrojadas sobre Japón por los Estados Unidos.
La ruptura de la promesa moderna y la fe en el desarrollo
científico halló un eco importante en las posiciones existencialistas, que
insistían en el absurdo de la existencia y la estupidez humanas.
Representantes
del existencialismo
Los principales representantes del existencialismo fueron:
- Søren Kierkegaard (1813-1855). Filósofo y
teólogo danés, tenido junto a Nietzsche como los padres del
existencialismo, dada su obra centrada en la existencia humana, el
individuo, la subjetividad, la libertad, la desesperación y la angustia.
Mucha de su obra tiene que ver con la fe cristiana, a la que criticó
duramente. Es uno de los principales autores del pensamiento
contemporáneo.
- Friedrich Nietzsche (1844-1900). Filósofo,
poeta, músico y filólogo alemán, es considerado uno de los pensadores más
importantes de la contemporaneidad occidental, cuya obra versa sobre temas
muy distintos como el arte, la historia, la tragedia, la religión, la ciencia y otros
temas a través de los cuales construyó una importante crítica a la
tradición de pensamiento occidental. Se le conoce como uno de los tres
“maestros de la sospecha” junto a Marx y Freud.
- Martin Heidegger (1889-1976). Filósofo
alemán, uno de los más importantes del siglo XX y de la tradición
contemporánea occidental, cuya obra inicialmente se inscribió en la teología católica,
para luego dedicarse a campos muy diversos como la teoría literaria,
social y política, la estética, la arquitectura, el
psicoanálisis y el ecologismo. Una de sus mayores obras fue Ser y tiempo, pese a
haber quedado incompleta. También se le acusa de afinidad ideológica con
el nazismo, en gran medida debido a que Heidegger perteneció al partido de
Hitler desde 1933 hasta 1945.
- Jean-Paul Sartre (1905-1980). Filósofo,
novelista, dramaturgo y político francés, es uno de los máximos exponentes
del existencialismo y del marxismo humanista.
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1964,
que rechazó, y pareja de la filósofa y pensadora feminista Simone de
Beauvoir, desarrolló una obra filosófica y literaria en la que la libertad
y la responsabilidad personal, así como el vacío existencial, ocupaban el
lugar central.
- Simone de Beauvoir (1908-1986). Filósofa,
escritora y profesora francesa, cuyo pensamiento fue fundamental para el
surgimiento de la doctrina feminista, así como los derechos de la mujer y
la despenalización del aborto. Se inscribe en el existencialismo y su
obra El segundo
sexo es una de las más importantes de su carrera. Fue
consorte de Jean-Paul Sartre.
- Albert Camus (1913-1960). Filósofo,
dramaturgo, periodista y escritor francés nacido en Argelia, se le
considera un exponente importante del existencialismo, cuya obra fue muy
influenciada por Schopenhauer, Nietzsche y el existencialismo alemán.
Formó parte de la resistencia francesa durante la ocupación alemana en la
Segunda Guerra Mundial y en 1957 ganó el Premio Nobel de Literatura.
Existencialismo
cristiano
El existencialismo cristiano
se basa principalmente en la obra de Kierkegaard.
La vertiente cristiana de esta corriente intentó dar un enfoque
existencialista a la cristianismo, basándose más que nada en la obra de
Kierkegaard. Esta escuela propone que cada persona debe tomar sus decisiones de manera
independiente, dado que estas constituyen luego su esencia. Son
sus acciones las que serán evaluadas ante Dios, dado que ésa era la única forma
de mantener el constante escrutinio de las propias acciones.
Aparte de Kierkegaard, se consideran pertenecientes a esta forma
de existencialismo a los filósofos y escritores franceses Gabriel Marcel
(1889-1973), Emmanuel Mounier (1905-1950), Pierre Butang (1916-1998), así como
al filósofo alemán Karl Jaspers (1883-1969) y al filósofo y escritor español
Miguel de Unamuno (1864-1936).
Existencialismo
ateo
Alejándose del pensamiento de Kierkegaard y de la filosofía de
Heidegger, para aproximarse así más bien a una visión atea del ser humano, esta
vertiente es obra sobre todo de Jean-Paul Sartre y su El ser y la nada (1943),
así como de las obras de Beauvoir y Camus, este último en menor medida.
Esta forma de existencialismo negaba cualquier forma de pensamiento
trascendental, metafísico o religioso. En particular porque la
formulación sartreana (“la existencia precede a la esencia”), se oponía a una
tradición fundada por Aristóteles y heredada por el cristianismo. De esta
manera, el existencialismo confronta el miedo y la angustia de la muerte, sin ofrecer ningún tipo de salvación final a manos de Dios, ni
de la naturaleza.
Existencialismo
agnóstico
Asociado más que nada a la obra de Camus y a su manera de pensar,
esta tercera opción plantea que la existencia o inexistencia de Dios y de lo divino es de muy poca relevancia
para la existencia del ser humano, ya que puede o no existir,
pero eso no soluciona ningún problema ético, ni brinda consuelo alguno al ser
humano que vive la vida como puede.
Sigue con: Agnosticismo
Continúa
con:
Existencialismo:
características, autores y obras
El existencialismo es una corriente filosófica y literaria
orientada al análisis de la existencia humana. Hace énfasis en los principios
de libertad y responsabilidad individual, los cuales han de ser analizados como
fenómenos independientes de categorías abstractas, ya sean racionales, morales
o religiosas.
De acuerdo con el Diccionario
de Filoslofía de Nicola Abbagnano, el existencialismo agrupa
diversas tendencias que, aunque comparten su propósito, divergen en los
supuestos y en las conclusiones. Es por ello que se puede hablar de dos tipos
de existencialismo fundamentales: el existencialismo religioso o cristiano y el
existencialismo ateo o agnóstico, a los que volveremos más adelante.
Como corriente histórica de pensamiento, el existencialismo
inicia en el siglo XIX, pero solo hacia la segunda mitad del siglo XX alcanza
su máximo apogeo.
Características
del existencialismo
A pesar del carácter heterogéneo del existencialismo, las
tendencias que se han manifestado comparten algunas características. Conozcamos
las más importantes.
La existencia
precede a la esencia
Para el existencialismo, la existencia humana precede a la
esencia. En esto, toma un camino alterno frente a la filosofía occidental, que
hasta entonces explicaba el sentido de la vida postulando categorías
trascendentales o metafísicas (como el concepto de la Idea, los dioses, la
razón, el progreso o la moral), todas ellas externas y anteriores al sujeto y
su existencia concreta.
La vida se
impone sobre la razón abstracta
El existencialismo se opone al racionalismo y al empirismo,
centrados en la valoración de la razón y del conocimiento como principio
trascendente, sea que este se postule como el punto de partida de la existencia
o como su orientación vital.
El existencialismo se opone a la hegemonía de la razón como fundamento
de la reflexión filosófica. Desde la perspectiva de los existencialistas, la
experiencia humana no puede estar condicionada a la absolutización de uno de
sus aspectos, ya que el pensamiento racional como principio absoluto niega la
subjetividad, las pasiones y los instintos, tan humanos como la consciencia.
Esto le confiere también un carácter antiacademicista por oposición al
positivismo.
Mirada
filosófica puesta en el sujeto
El existencialismo propone centrar la mirada filosófica en el
propio sujeto y no en categorías supraindividuales. De esta manera, el
existencialismo retorna a la consideración del sujeto y su modo de existir
frente al universo como experiencia individual e individualizada. Le
interesará, por lo tanto, reflexionar sobre el móvil de la existencia y el modo
de asimilarla.
Así, comprende la existencia humana como un fenómeno situado,
por lo que pretende estudiar la propia condición de la existencia en términos
de sus posibilidades. Esto abarca, según Abbagnano, «el análisis de las situaciones
más comunes y fundamentales en que el hombre llegar a encontrarse».
Libertad sobre
la determinación exterior
Si la existencia precede a la esencia, el ser humano es libre e
independiente de toda categoría abstracta. La libertad, por lo tanto, debe ser
ejercida desde la responsabilidad individual, que derivaría en una ética sólida
aunque independiente de un imaginario previo.
Así las cosas, para el existencialismo la libertad implica la
plena conciencia de que las decisiones y acciones personales influyen en el
entorno social, lo que nos hace corresponsables del bien y del mal. De allí la
formulación de Jean-Paul Sartre, según la cual la libertad es responsabilidad total
en soledad absoluta, es decir: "El hombre está
condenado a ser libre".
Esta pretensión de los existencialistas descansa en la lectura
crítica de las guerras históricas, cuyos crímenes han sido justificados a
partir de categorías abstractas, suprahumanas o supraindividuales, tales como
los conceptos de nación, civilización, religión, evolución, y pare de contar.
Angustia
existencial
Si el temor puede definirse como el miedo a un peligro concreto,
la angustia es, en cambio, el temor de sí mismo, la inquietud ante las
consecuencias de las propias acciones y decisiones, el miedo a una existencia
sin consuelo, el miedo a proferir daños irreparables pues no hay excusas,
justificaciones ni promesas. La angustia existencial es, de algún modo, lo más
semejante al vértigo.
Tipos de
existencialismo
Hemos dicho que, según Abbagnano, los diferentes
existencialismos comparten el objetivo de analizar la existencia humana, pero
difieren en los supuestos y en las conclusiones. Veamos esto con más detalle.
Existencialismo
religioso o cristiano
El existencialismo cristiano tiene como precursor al danés Søren
Kierkegaard. Se funda en el análisis de la existencia del sujeto desde una
perspectiva teológica. Para el existencialismo cristiano, el universo es
paradójico. Entiende que los sujetos deben relacionarse con Dios con
independencia de las prescripciones morales, en pleno uso de su libertad
individual. En este sentido, el ser humano debe enfrentarse a la toma de
decisiones, proceso del cual deriva la angustia existencial.
Entre sus representantes más importantes, además de Kierkegaard,
se cuentan: Miguel de Unamuno, Gabriel Marcel, Emmanuel Mounier, Karl Jaspers,
Karl Barth, Pierre Boutang, Lev Shestov, Nikolai Berdyaev.
Existencialismo
ateo
El existencialismo ateo rechaza cualquier tipo de justificación
metafísica de la existencia, por lo tanto, riñe con la perspectiva teológica
del existencialismo cristiano y con la fenomenología de Heidegger.
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Sin metafísica ni progreso, tanto el ejercicio de la libertad en
los términos que plantea Sartre, como la existencia, generan desasosiego, muy a
pesar de su aspiración ética y la valoración de las relaciones humanas y
sociales. De este modo, el existencialismo ateo abre las puertas a la discusión
sobre la nada, a la sensación de abandono o desamparo y el desasosiego. Todo
esto en el contexto de la angustia existencial ya formulada en el
existencialismo cristiano, aunque con otras justificaciones.
Entre los representantes del existencialismo ateo, las figuras
más prominentes son: Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre y Albert Camus.
También te puede interesar: Simone de Beauvoir: quién fue y sus aportes al feminismo.
Contexto
histórico del existencialismo
La aparición y desarrollo del existencialismo está estrechamente
relacionada con el proceso de la historia occidental. Por ello, para
comprenderlo, vale la pena comprender el contexto. Veamos.
Antecedentes
del existencialismo
El siglo XVIII es testigo de tres fenómenos fundamentales: la
revolución francesa, la revolución industrial y el desarrollo del iluminismo o
Ilustración, un movimiento filosófico y cultural que preconizaba la razón como
principio universal y fundamento del horizonte vital.
La Ilustración veía en el conocimiento y la educación los
mecanismos para liberar a la humanidad del fanatismo y el atraso cultural, lo
que implicaba un cierto rearme ético propugnado desde la universalidad de la
razón.
Sin embargo, desde el siglo XIX en el mundo occidental ya era
notorio que aquellas banderas (razón, progreso económico de la
industrialización, política republicana, entre otros) no lograban evitar la
decadencia moral de Occidente. Por eso, el siglo XIX ve nacer muchos
movimientos críticos de la razón moderna, tanto artísticos como filosóficos y
literarios.
Vea también Crimen y castigo de
Dostoyevski.
El siglo XX y
la formulación del existencialismo
El reacomodo de los sistemas económicos, políticos y del
pensamiento de los siglos anteriores, que auguraban un mundo racional, moral y
ético, no dieron los resultados esperados. En su lugar, se sucedieron las
guerras mundiales, signos inequívocos de la decadencia moral de Occidente y
todas sus justificaciones espirituales y filosóficas.
El existencialismo, desde sus inicios, ya notaba la incapacidad
de Occidente para ordenar aquella transformación violenta. Los existencialistas
del siglo XX que vivieron la Segunda Guerra Mundial tuvieron frente a sí las
pruebas de la decadencia de los sistemas morales y éticos fundados en valores
abstractos.
Autores y
obras más representativos
El existencialismo inicia muy pronto, en el siglo XIX, pero poco
a poco va modificando sus tendencias. Así, existen diferentes autores de
diferentes generaciones, que parten de un punto de vista diferentes, en parte
como consecuencia de su tiempo histórico. Veamos los tres más representativos
en este apartado.
Søren
Kierkegaard
Søren Kierkegaard, filósofo y teólogo danés nacido en 1813 y
fallecido en 1855, es el autor que abre paso al pensamiento existencialista.
Será el primero en postular la necesidad de que la filosofía sitúe su mirada
desde el individuo.
Para Kierkegaard, el individuo debe hallar la verdad en sí
mismo, fuera de las determinaciones del discurso social. Ese será, pues, el
recorrido necesario para hallar la propia vocación.
Así, Kierkegaard avanza hacia la subjetividad y el relativismo,
aun cuando lo hace desde una perspectiva cristiana. Entre sus obras más
destacadas se encuentran El
concepto de la angustia y Temor y temblor.
Friedrich
Nietzsche
Friedrich Nietzsche fue un filósofo alemán nacido en 1844 y
fallecido en 1900. A diferencia de Kierkegaard, rechazará cualquier perspectiva
cristiana y religiosa en general.
Nietzsche proclama la muerte de Dios al analizar el devenir
histórico de la civilización occidental y su decadencia moral. Sin dios o los
dioses, el sujeto debe encontrar por sí mismo el significado de la vida, así
como su justificación ética.
El nihilismo de Nietzsche relativiza la trascendencia de un
único valor absoluto ante su incapacidad para dar respuesta unificada a la civilización.
Ello constituye terreno propicio para la indagación y la búsqueda, pero entraña
también angustia existencial.
Entre sus obras más famosas se pueden mencionar: Así habla Zaratustra y El nacimiento de la tragedia.
Simone de
Beauvoir
Simone de Beauvoir (1908-1986) fue filósofa, escritora y
maestra. Se destacó como impulsora del feminismo del siglo XX. Entre sus obras
más representativas son El
segundo sexo y La
mujer rota.
Jean-Paul
Sartre
Jean-Paul Sartre, nacido en Francia en 1905 y fallecido en 1980,
es el representante más emblemático del existencialismo del siglo XX. Fue
filósofo, escritor, crítico literario y activista político.
Sartre definía sus planteamientos filosóficos como
existencialismo humanista. Estuvo casado con Simone de Beauvoir y recibió el
Nobel de literatura en 1964. Es conocido por haber escrito la trilogía Los caminos de la libertad y
la novela La náusea.
Albert Camus
Alberta Camus (1913-1960) destacó como filósofo, ensayista,
novelista y dramaturgo. Entre sus obras más importantes, se pueden señalar las
siguientes: El
extranjero, La
peste, El
primer hombre, Cartas
a un amigo alemán.
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Camus
Miguel de
Unamuno
Miguel de Unamuno (1864-1936) fue un filósofo, novelista, poeta
y dramaturgo de origen español, conocido como una de las figuras más
importantes de la generación del 98. Entre sus obras más importantes podemos
mencionar Paz en la
guerra, Niebla, Amor y pedagogía y La tía Tula.
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esenciales de Jean-Paul Sartre.
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existencialismo es un humanismo, de Jean-Paul Sartre.
Otros autores
Son muchos los autores que son considerados existencialistas por
parte de la crítica, tanto a nivel filosófico como a nivel literario. Muchos de
ellos pueden ser vistos como antecesores de esta línea de pensamiento según su
generación, mientras que otros han surgido a partir de los planteamientos de
Sartre.
Entre otros nombres importantes del existencialismo podemos
mencionar a los escritores Dostoyevski y Kafka, a Gabriel Marcel, al español
Ortega y Gasset, a León Chestov y a la propia Simone de Beauvoir, esposa de
Sartre.
¿Cómo citar?
"Existencialismo".
Autor: María Estela Raffino. De: Argentina. Para: Concepto.de.
Disponible en: https://concepto.de/existencialismo/. Última edición: 15 de
septiembre de 2020. Consultado: 10 de julio de 2021.
Fuente: https://concepto.de/existencialismo/#ixzz70AiwFLwK
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Existencialismo - Wikipedia, la
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