No hay
otra cosa que hacer que agradecer a la vida por tantas bendiciones. Es de
buenas personas ser agradecido con Dios, cualquiera que sea la forma de verlo o
creerlo, pero nunca dejar guardado en tu corazón las ganas de expresarlo, con
humildad y con sensibilidad. En ese sentido, quiero aprovechar este espacio
para comentar algo que encuentro de un valor extraordinario para mi trayectoria
como periodista y escritor.
Recién
publicaba en mi muro personal de Facebook la noticia que me llegó más allá de
nuestras fronteras, desde el otro lado
del atlántico para ser preciso, y aún más, desde España, en definitiva. Platicaba
que, a principios del mes de octubre del año pasado, recibí un correo electrónico
que me llamó mucho la atención. Se trataba de una invitación a participar en un
proyecto editorial muy especial, una antología de relatos periodísticos con
temas y personajes que en su momento constituyeron un hito en la historia
universal.
La invitación
era de Salvador Raga, Director de la Editorial Vinatea y Presidente de la
“Fundación Editorial Vinatea” con sede en Valencia España. Aún no sé a ciencia
cierta cómo fue que me localizó, sigo intrigado en relación con la forma que
este personaje de la industria editorial española hizo su selección de autores
de habla hispana en los distintos países. Desconozco cuales fueron los
criterios para elegir a los participantes en este difícil, pero ambicioso,
proyecto periodístico/literario. Lo que sí sé es que me di a la tarea de saber
un poco de las trayectorias de los y las periodistas que me acompañan en esta
antología. Elegí una media docena de autores y autoras al azar, tan solo para
darme una idea y quedé sorprendido del
nivel que tienen.
Basándome
en la lista de los participantes, me di a la tarea de buscar información en
internet y encontré auténticos profesionales del periodismo. Catedráticos de
las áreas de comunicación y medios, máster en radio, televisión, columnistas de
medios informativos de primer nivel en sus países, doctorados en comunicación,
autores de libros de periodismo, directores de canales de televisión y
radiodifusoras importantes, etc. etc. No quise seguir indagando, con eso me
bastó para ponderar lo gratificante que resultaba ser parte de ese libro
colectivo.
El
proyecto consiste en reunir la expresión periodística de los sucesos que
cambiaron la historia de la libertad de expresión en el mundo, bajo una forma
artística, con plenitud expresiva, bajo la premisa de un ejercicio literario
que, mediante la narrativa personal del autor, lograse colocar al lector en los momentos y escenarios citados
en cada relato. La idea principal es provocar la emoción en cada línea,
respirar la adrenalina, sentir el miedo y el coraje profesional que seguramente
sintieron los protagonistas de la noticia. Para eso nos seleccionaron a los
autores y autoras. Para protagonizar y recrear, con el más comprometido y
profesional ejercicio de la palabra, a los y las periodistas que lograron
cambiar la historia y el mundo. Para rendir un merecido homenaje a su valentía,
a su ética y su pasión por informar.
El
formato del proyecto consistía en, una vez aceptada la participación, debías
elegir un personaje y/o caso periodístico de un catálogo confeccionado por el
director del proyecto. Eran cinco las opciones que le presentaban a cada
invitado. Fue difícil decidir porque todos eran muy interesantes. Yo me decidí
por un personaje que me conmovió, se trata del español Miguel Gil, un
periodista nacido en Barcelona y fallecido en una emboscada en Sierra Leona,
cubriendo el frente de guerra, que era su pasión. No puedo ocultar mi
admiración por este singular personaje que, además de excelente reportero,
valiente y entregado a su labor, cubrió muchos conflictos bélicos (de verdad no
como los montajes de un tal Loret) fue un auténtico ejemplo de bondad y
filantropía. Entre los muchos actos altruistas, se pueden contar que se quedaba
sin sus raciones de comida que le otorgaban las asistencias humanitarias porque
las entregaba a niños y ancianos que vivían los estragos del hambre. Estas acciones
le fueron reconocidas en todos los frentes de guerra en que participó, como
Bosnia, Congo, Liberia, Ruanda, Sudán, Chechenia, Kosovo y Sierra Leona.
Cuando
entregué mi texto, un relato breve titulado “Aires de primavera” aún sentía
temor de no alcanzar las expectativas de la calidad que el proyecto exigía,
mismo que se tornó en satisfacción y alegría al recibir la entusiasta y
expresiva respuesta del director del proyecto. Fue esa felicitación efusiva y
halagadora que me regaló la envidiable sensación del “deber cumplido”. Fueron
literalmente aplausos del editor y una forma muy poética y emotiva de
convencerme que no se había equivocado al elegirme en el proyecto. Solo por
esta ocasión y porque realmente vale la pena para explicar mi emoción les
comparto el comentario recibido al entregar mi relato (Dios me perdone por mi
egolatría):
“Querido José Manuel:
Plas, plas, plas. Tierno, certero, quirúrgico, íntimo, narrativo... Me ha
encantado tu escrito. Respeto y gratitud por el personaje. Es tan talentoso que
lo paso directamente a maquetación.
Miguel Gil, donde esté en los cielos, te estará agradecido, cuando tengamos el
libro, por contar su historia. Lo dicho, un lujo tenerte en el equipo. De
corazón. Plas, plas, plas...”
Salvador Raga
PRESIDENTE
FUNDACIÓN VINATEA EDITORIAL.
Si
a lo anterior, le agregamos que todas las utilidades de la venta de este libro
serán en beneficio de una Fundación en favor de mujeres con cáncer de mama, qué
más podemos pedir. Gracias Dios, gracias vida.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.