Muerte
Por: SAÚL ARMANDO LLAMAS LÓPEZ / Periodismo
Nayarita.
Guadalajara Jal.- La
muerte es algo natural que permite la existencia de la vida.
¿Qué es la muerte?
La muerte es el final de la vida, o su interrupción, o lo contrario a
la vida, según como se vea. Es algo inevitable, que los seres humanos tenemos en común
con absolutamente todas las formas de vida, si bien cada una tiene sus propios
lapsos de existencia. Sin
embargo, sólo los seres humanos estamos conscientes de que, algún día, habremos
de morir.
La muerte es la experiencia final de todos los organismos vivientes, aunque
se puede producir más temprana o más tardíamente. En ocasiones se debe a
accidentes vitales (encuentros con depredadores, participación
en desastres naturales)
y en otros a simplemente la enfermedad y el desgaste.
Es tan universal que la tomamos por metáfora también del fin de las
cosas: la muerte de un imperio, la muerte de la civilización, la muerte
del Sol. La muerte, vista así, no
es otra cosa que el final, el término.
Aunque parezca sencillo diferenciar la vida y la muerte, no siempre es
clara esa línea divisoria. De hecho, el punto de inicio de la muerte
suscita debate entre los médicos, filósofos y científicos por igual.
¿Está muerto alguien que se encuentra sumergido en un coma eterno? ¿Está muerto
alguien a quien el corazón se le detiene durante unos instantes en una mesa de
operaciones? ¿Cuándo comienza la muerte exactamente?
Puede servirte: Eutanasia
Importancia de la muerte
La muerte es algo sumamente natural. Si la muerte no fuera
inevitable, los organismos estarían sometidos a una competencia feroz por
los recursos, o quizá ni siquiera habría vida en absoluto. Desde un punto de
vista científico, la vida es un punto de equilibrio autosustentado en el que se
mantienen las criaturas mientras sean capaces de tomar del medio ambiente lo que
necesitan para ello.
La muerte es el aumento de la entropía o del gradiente de
desorden dentro de los sistemas vivientes. Eventualmente, el desorden crece, y
el sistema colapsa. Ocurre en todos los sistemas termodinámicos que la física es capaz de describir, y
ocurre también con los seres
vivos: eventualmente, decaen y mueren, y retornan al ciclo de la naturaleza toda la energía química y la materia que se hallaba acumulada
en sus cuerpos.
Un gran depredador eventualmente también morirá, entregando su cuerpo
fibroso y salvaje a las formas de vida más primitivas, que se ocuparán de
descomponerlo y reciclar sus componentes bioquímicos. Así, la muerte
permite la circulación de materia y energía en el ciclo natural.
Si bien la perspectiva de la muerte futura puede ser fuente de
melancolías, angustias o tristezas, también es verdad que, sin ella, la vida
carecería de sentido, pues no tendría límites, y todo lo que en ella ocurriera
nos daría lo mismo.
Es lo que muchos relatos de vampiros y otros seres inmortales intentan
relatar: sin la presencia futura de la muerte, la vida puede llegar a
convertirse en una agonía, en un infinito desierto de tiempo, y por lo tanto podrían perderse
las motivaciones mismas
que nos hacen amar la vida.
El significado de la muerte
La muerte inspira todo tipo de ritos, conmemoraciones y representaciones
artísticas. La muerte ha constituido por igual un motivo de angustias y una
fuente de imaginaciones. La consciencia de la muerte, que los filósofos llaman
“consciencia trágica”, ha propiciado desde tiempos antiguos las más diversas
explicaciones respecto a por qué morimos, qué ocurre cuando morimos o por qué
vinimos al mundo, si al final vamos a morir. De hecho, la toma de
consciencia de la muerte futura se considera parte de la maduración de la
psique humana: todos los jóvenes se sienten inmortales.
La muerte es a menudo representada bajo figuras misteriosas, como ángeles
oscuros o luminosos, mujeres hermosas pero terribles, relojes de arena a punto
de agotarse. La imagen más común es una calavera o esqueleto humana, a veces
envuelto en una capa negra y con una guadaña (con la que supuestamente segaría
las almas recién difuntas, para llevárselas al “otro mundo”).
Esta imagen es motivo de veneración y culto en muchas tradiciones culturales,
como las Catrinas en
México, populares durante la celebración del Día de los muertos, o San
La Muerte en otras naciones hispanoamericanas.
La idea de la muerte, por otro lado, se halla asociada
simbólicamente al cambio.
Este es el sentido, por ejemplo, que tiene la carta de La Muerte en el Tarot, y
a menudo los sueños de muerte se interpretan en ese mismo sentido. La muerte
inspira ritos y conmemoraciones, algunos de naturaleza patria, otros religiosa
y sobre todo familiar, dependiendo de quién sea el fallecido.
La muerte también ha inspirado numerosas representaciones
artísticas, literarias y culturales, como el Fedro de
Platón (c. 427-347 a. C.), y los cuadros El triunfo de la muerte (1562)
del flamenco Pieter Brueghel, “el Viejo” (1525-1569); o también Autorretrato
con la muerte (1872) del suizo Arnold Böcklin (1827-1901), por citar
apenas unos ejemplos. Su presencia puede rastrearse a lo largo y ancho de la
civilización humana.
¿Qué hay después de la muerte?
El budismo cree en la
reencarnación hasta alcanzar el nirvana.
Esta es la gran pregunta a la que nadie ha encontrado una
respuesta científica. Es decir, nadie que haya experimentado la muerte
puede “volver” para contarnos lo que es, y quienes la presenciamos desde
“afuera”, simplemente vemos el cese de las funciones vitales, la pérdida de la
conciencia (de haberla) y la lenta pero indetenible descomposición del cuerpo.
Las religiones intentan
otorgarle una explicación de la muerte, y al mismo tiempo en algún consuelo,
algo que nos permita vivir la vida en paz, a sabiendas de que la muerte es,
sencillamente, impredecible e inevitable. De hecho, algunas de las respuestas
al respecto de las principales tradiciones místicas o paranormales son:
·
Según la tradición monoteísta. Que comparten las
religiones del cristianismo, el judaísmo y el islam, la muerte es el instante de
separación del cuerpo y el alma, siendo el primero perecedero y efímero, pero
la segunda eterna y elevada. Sin embargo, estas religiones comparten también la
idea de que las almas, despojadas del cuerpo, serán sometidas a juicio por
Dios, quien evaluará si son merecedoras de la salvación eterna, descrita de
modos muy distintos como un espacio de gracia y plenitud junto a Dios; o bien
del castigo eterno, y por ende del infierno, donde serán sometidas a
sufrimientos para compensar el mal que hicieron en su paso por la Tierra. Los criterios con los
que las almas deberán ser juzgadas, sin embargo, varían de una religión a la
otra e incluso de una iglesia a la otra, dentro de las sectas de una misma
religión.
·
Según la tradición budista. También llamada
védica, la vida sería una rueda de reencarnaciones en la que se está
constantemente volviendo, aunque no necesariamente bajo forma humana: aquellos
que vivan sus vidas de un modo profano y brutal, descenderían en la escalera de
la vida, encarnando en criaturas cada vez más básicas; pero aquellos que
persigan la iluminación y procuren trascender sus limitaciones emocionales,
desapegándose del mundo y sus apetitos mundanos, se elevarán en la rueda hasta
alcanzar el nirvana, el estado de gracia que alcanzó el Buda, y podrán escapar
a la eterna repetición de los sufrimientos vitales.
·
Según la tradición religiosa de la Grecia Clásica. Las almas de los difuntos viajaban al Inframundo,
también llamado Hades, un lugar en el cual eran meras sombras ambulantes en un viaje hacia la
reencarnación, conocida por los griegos como la «Transmigración de las almas».
En el inframundo las almas podrían beber las aguas del Lete o Leteo, el río del
olvido, y dejar atrás su vida pasada, para luego volver a nacer como otra persona.
·
Según las especulaciones de lo paranormal. Existiría un
“mundo de los muertos” al que vamos a dar todos los mortales, pero en el que
algunos podrían descansar en paz y dejar ir su vida pasada, y otros en cambio
se aferrarían a ella, atormentados por una muerte violenta o prematura, o por
un amor incontenible por una persona todavía viviente. Y así nacerían los
fantasmas, los espectros o las apariciones, también conocidas como “almas en
pena”.
¿Qué es la muerte
para los católicos?
La muerte no tiene que ser vista como algo desagradable. ¡Es el
encuentro definitivo con Dios!
¿Cómo entendemos los católicos la muerte?
De lo único que tenemos certeza es que algún día moriremos. La realidad de la
muerte está presente en nuestra vida cada día, cada momento.
1.- ¿Cómo entiende la sociedad la
muerte?
La muerte en la sociedad es para muchas personas un tabú. La gente no quiere
siquiera que se nombre la palabra "muerte", piensan que así se ignora
esa realidad.
Por otro lado, estamos siempre viendo la muerte como espectáculo, en la
televisión, en los accidentes. Vemos que la muchas personas disfrutan viendo
una y otra vez las imágenes donde hay personas que mueren...
¿Tienes miedo a la muerte?
¿Por qué?
¿Qué experiencias tienes de la
muerte de otras personas?
2.- La muerte para los católicos
Para los católicos, la muerte forma
parte de la vida; no es una ruptura especialmente importante. Nosotros nos
fiamos de Jesús que dio su vida por nosotros para que nosotros tengamos vida
eterna. Creemos que Jesús resucitó y también nosotros resucitaremos con Él.
¿Te fías tú de Jesús y de lo que Jesús dijo sobre la muerte, de su propia
muerte y de la nuestra?
3.- ¿Por qué existe la muerte? ¿Por qué
tenemos que morir?
La respuesta nos la da la Biblia:
"Así pues, por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y con
el pecado la muerte, y la muerte pasó a todos porque todos pecaron."
(Romanos 5, 12).
"El pago que da el pecado es la muerte; pero el don que da Dios es vida
eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor."
La muerte existe en el mundo como consecuencia del pecado. Como nosotros
también somos pecadores, un día moriremos. Desde la fe vemos que en la muerte
unidos a Cristo también resucitaremos con Él.
¿Crees que el pecado produce
"muerte" en distintos aspectos de la vida?
¿Produce el pecado muerte
física? ¿En qué casos? ¿Por qué?
4.- ¿Cómo afrontamos los católicos la muerte?
Con serenidad, con confianza. Para nosotros la muerte no es "nada del otro
mundo". Nos fijamos en Jesús cuando vio que su muerte se aproximaba y
tratamos de tener sus mismas actitudes y su confianza en el Padre Dios:
"Adelantándose unos pasos, se inclinó hasta el suelo, y oró diciendo:
Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga lo
que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39) Hay que aprender a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida. Esto
se logra poco a poco, fiándonos de Dios, poniendo en Él nuestra confianza. Los
cristianos sabemos que todo no acaba con la muerte. Sabemos que el amor es más
fuerte que la muerte.
Cuando muere una persona que queremos, nuestro amor hacia ella permanece
intacto y, aunque pasen los años, el amor no muere nunca. Si hemos amado a
Jesús con toda nuestra vida y con todo nuestro corazón, podemos decir con el
apóstol san Pablo:
"Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte ganancia. Pero si viviendo
en este cuerpo puedo seguir trabajando para bien de la causa del Señor,
entonces no sé qué escoger. Me es difícil decidirme por una de las dos cosas:
por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho
mejor para mí; pero por otro lado, es más necesario por causa de ustedes que
siga viviendo." (Filipenses 1, 21-24).
¿Te fías de verdad de lo que
dice la Palabra de Dios? ¿Por qué?
5.- Los Católicos ¿Creemos en la reencarnación?
No. Los cristianos en general no creemos
en la reencarnación. La Palabra de Dios nos dice:
"Y así como todos han de morir una sola vez y después vendrá el
juicio." (Hebreos 9, 27)
No hay reencarnación después de la muerte. Tenemos la seguridad tal y como nos
dice la palabra de Dios:
"Esto es muy cierto: Si morimos con Él, también viviremos con Él; si
sufrimos, tendremos parte en su reino." (2 Timoteo 2, 11).
¿Por qué crees tú que hay personas que piensan que la
reencarnación es posible?
¿Piensas que las personas tenemos con una sola vida la posibilidad
de llegar a ser felices con Dios?
6.- ¿Qué hay después de la muerte?
Ya hemos dicho que para los cristianos
la muerte es sólo el final de la vida terrena, pero no el final de la vida. Lo
que creemos los católicos es lo siguiente:
Creemos que tenemos un alma inmortal creada por Dios que no muere con la muerte
sino que pervive en una vida eterna.
No es que seamos dos cosas distintas. El ser humano es una unidad. Yo soy alma
y cuerpo a la vez. Mi cuerpo muere, pero mi "yo" pervive eternamente.
¿Qué es para ti el "alma"?
¿Puede ir alma y cuerpo por separado?
¿Crees que el ser humano está formado
por dos partes distintas o más bien es una unidad?
7.- ¿Qué es eso de la "Vida
Eterna"?
La vida eterna no es igual a esta vida.
Cada persona que muere vivirá en la vida eterna lo que ha elegido previamente
en esta vida. Jesús nos da la salvación (la vida eterna), pero no nos obliga a
aceptarla. Eres tú quien tiene que aceptarlo en tu vida de una manera
voluntaria. amorosa. En la vida eterna, una vez muertos, los católicos creemos que hay tres
posibilidades para el ser humano. Tu "yo personal", lo que llamamos
"el alma", pasará a una de estas tres opciones:
1. El cielo, contemplando a Dios.
2. El purgatorio, purificándose para poder entrar en comunión con Dios.
3. El infierno, quedará definitivamente separada de Dios.
¿Cómo te imaginas lo que es la
"vida eterna"?
¿Disfrutamos en esta vida ya de
algo de la "vida eterna"?
¿Cómo puede entrar una persona
en la "vida eterna"?
8.- ¿Qué es el Juicio Final después
de la Muerte?
Los católicos creemos que una persona cuando muere queda sometido a un juicio
inmediato del Señor, que decidirá definitivamente su suerte. En el Nuevo
Testamento hay varios ejemplos donde se nos habla de que la persona nada más
morir, recibirá su retribución según hayan sido sus obras en la tierra: TE INVITAMOS A ESCUDRIÑAR LA BIBLIA.
FUENTE:
https://concepto.de/muerte/#ixzz8OfhxDsNc
Catholic.net
- ¿Qué es la muerte para los católicos?