jueves, 3 de abril de 2025

"Haciendo historia"

 

                          


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Haciendo historia"


 La mañana fue un poco rara cuando circulábamos por el bulevar de Tecuala rumbo a la ciudad de Escuinapa, Sinaloa. A pesar que aún hay mañanas frescas estando ya en el tercer mes del año, jamás imaginé ver una escena tan londinense como esa. Me refiero a una densa neblina que apenas si dejaba ver el tránsito vehicular del camino. Tuvimos que circular con mucho cuidado y poca velocidad hasta que el astro rey hizo su inexorable y salvadora aparición, unos momentos después de haber iniciado el viaje.

 Todo volvió a la normalidad y dejé de imaginar que andábamos vagabundeando por alguna zona de la legendaria ciudad de Londres. Emprendimos la aventura (vaya que sí es una aventura viajar actualmente a Sinaloa) pero el motivo de la visita era más que alentador y justificado, ya que se trataba de ser parte de la gran celebración de la lectura, la Primera Feria Escuinapense del Libro, la FELi-2025.

 Era el día 27 de marzo del año que corre. La presentación de mi libro más reciente “Cuentabilidad” sería a las 10:30 de la mañana, así que salimos con mucha antelación, haciendo alarde de mi puntualidad inglesa (para no desentonar con la neblina descrita). Todo sucedió en el rango de las expectativas del viaje. Respecto al evento no puedo dejar de decir que me siento muy contento de ser partícipe de esta edición de la feria, ya que es la ocasión en que se instituye, se crea, se funda lo que todos esperamos sea una celebración tradicional y se logre consolidar como el evento del año en lo que a cultura se refiere. Así pues, agradezco sobremanera la invitación que me hiciera el Consejo Escuinapense Ciudadano para la Artes, Ciencia e Historia (CECACH) representado por los incansables promotores del arte y la cultura, Daniel Gallardo, Claudia Crespo, Alejandro Guerrero, Eduardo Aguilera y Jorge Briones, con disculpa si, involuntariamente, omito alguna persona de este extraordinario equipo de trabajo.

 Fue grato compartir escenario con amigos, como la mediadora de lectura Lupita Miranda, Jorge Briones, Pepe Morales e Ignacio Sánchez Betancourt que viajaron desde Nayarit, así como un servidor. Por parte de Sinaloa, fueron muchos los autores y promotores participantes, a quienes rindo merecido reconocimiento.

 Sin duda que fue un extraordinario esfuerzo el realizado por estos jóvenes entusiastas que se atrevieron a enfrentar un desafío de esas proporciones. No es solo el concepto general, el formato del evento que, por su amplitud y duración, requería una logística de alto nivel, sino por lo difícil que es poder reunir a tal cantidad de autores en solo seis días de actividades. Es fácil imaginar lo complicado que resulta costear la alimentación, hospedaje y traslado de las personas que colaboramos en este histórico acontecimiento que pone por primera vez a Escuinapa, en el mapa cultural de México (en lo que a ferias de libro se refiere). En ese sentido, es oportuno señalar que, aunque esta iniciativa tuvo el respaldo del ayuntamiento, el congreso estatal, algunas entidades educativas y uno que otro patrocinador, en muchos de esos casos el apoyo solo queda en el nivel moral, pero no llega al anhelado soporte económico (billete) que se requiere para solventar la pesada canasta de gastos. Que conste que no me refiero a nadie en particular, ni a los regidores del ayuntamiento, ni alguien en especial, total al que le “venga el saco, que se lo ponga”.

 Esta primera feria del libro reúne las características de regional, dado que convocó a escritores, promotores culturales, cuentacuentos, cronistas y demás, del sur de Sinaloa y norte de Nayarit, sin dejar de señalar que hubo quienes viajaron desde otras ciudades para participar. Desde mi punto de vista, es una apuesta inteligente y apasionada en favor de rescatar las raíces de una sociedad lastimada por la violencia y otros flagelos que han resquebrajado el tejido social de estos pueblos que se reconocen buenos, positivos, pero que han sido depredados impunemente en muchos casos. El diagnóstico de la inseguridad y la violencia es axiomático, el antídoto también es claro, una buena dosis de lectura.

 Por esa razón, se torna imprescindible dejar constancia del excelente trabajo que realizaron los organizadores de la FELi-2025. Tomaron el reto con valor y pasión. Como quien agarra la papa caliente y la juega alternadamente en sus manos y le sopla con cariño hasta que se enfría un poco para degustarla con placer. Así percibo esta acción que llena de letras de colores la primera página de esta historia que será sólida y perdurable. Estoy seguro que crecerá como crecen las bolas de nieve hasta convertirse en avalanchas. Este evento, que dio cabida a más de noventa actividades en su programa (talleres, conversatorios, cuentacuentos, presentaciones de libros, etcétera) fue digno de vivirse y se recordará por mucho tiempo como algo mágico, como si fuera un sueño, hasta que se vuelva realidad una vez más, y así sucesivamente, hasta que deje de ser una ilusión pasajera y se transforme en una bella tradición.

 Me quedo con las carpas llenas de niños y niñas, que coloreaban y hojeaban libros con ilustraciones. Escuchar el pregón del amable librero ofreciendo mundos de aventuras, conocimiento, emoción, imaginación y muchas otras cosas en el pequeño gran tesoro que blandía en su mano, ese que todos lo conocemos como libro.

 Dejo este texto, como un agradecido y modesto homenaje para quienes hicieron posible esta semana de regocijo literario. Recordaré con mucho cariño, esos días cálidos y, a la vez, plenos de frescura, en los que se plantó la semilla de un futuro promisorio en la plaza Ramón Corona, el mero corazón de este bello pueblo sinaloense llamado Escuinapa.


RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.