De
pronto vemos noticias que nos hacen concebir nuevas ilusiones, renovadas
esperanzas en eso de la llegada de la justicia a nuestro terruño. Me refiero al asunto que destaparon en la
Auditoría Superior del estado de Nayarit (ASEN), en el que la Unidad de
Investigación Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos,
solicitó ante la autoridad judicial correspondiente la audiencia inicial de
formulación de imputación y vinculación a proceso en contra de Roy “N“ “N” y
Ernesto “N” “N”, por su probable responsabilidad en la comisión del hecho
delictuoso de ejercicio indebido de funciones, peculado y usurpación de
identidad en agravio de ASEN, por la cantidad de $12,000,000.00 de pesos. (Según
boletín emitido por la Fiscalía General del Estado).
Lo
anterior, nos hace vislumbrar una nueva etapa de la justicia en nuestra
entidad. Pero, como ya estamos tan ariscos, como la burra esa que mencionan en
el famoso dicho, pues ya no nos confiamos, ni echamos las campanas al vuelo. Ya
han pasado varias cosas así, muy parecidas, en las que aparentemente ya no hay
vuelta de hoja, creemos que los “presuntos” delincuentes pisarán por fin la cárcel y se
quedarán a vacacionar durante muchos años, pero de pronto, no falta que cosa ocurra que
hace que todo se venga abajo. A veces se puede decir que, pese a muchas
pruebas que hacen sentir que no hay manera que uno de esos
personajes corruptos pueda evadir la acción de la justicia y ¡Zas! Todo se
derrumbó (como decía aquella vieja canción de Emmanuel). Que si un amparo, que
si un error en el debido proceso, que si los expedientes estuvieron mal integrados,
y un sinfín de “pretextos”, pero los famosos presuntos se carcajean de la
sociedad que ansía verlos con su pijama a rayas.
Casos
hay muchos, aquí por ejemplo, ex gobernadores, funcionarios de su gabinete,
magistrados “hechizos”, rectores universitarios y una gran gama de trasgresores
de la ley que tienen hasta el cinismo de retar a las instituciones encargadas
de aplicar la justicia, y a amplios sectores de la sociedad nayarita. Por
supuesto que no me refiero a los testaferros, ni a esa gente humilde que usaron
de estandarte para intentar beatificar a su “protector”. Hablo de personajes políticos importantes que han retado a esa mayoría
social agraviada por la corrupción, la impunidad, el dispendio, el saqueo de
recursos de toda índole, etc.
En
otras latitudes pasa lo mismo con la ineficacia de la justicia, hay grandes
ejemplares de la política que pudieran mencionarse, pero sólo pondré a César
Duarte, autor de un desfalco descomunal del erario chihuahuense, que continúa
prófugo de la justicia y otro caso deplorable, el de Javier Duarte, causante de
la crisis veracruzana y acusado de varios delitos graves. Aquí la cosa, creo es
peor, ya que a este si lo capturaron, pero le sentencian a nueve años, lo cual
es una burla cruel, una acción vergonzosa y humillante para los veracruzanos y
en general para los mexicanos.
Por
eso y por mucho más, no me quiero entusiasmar con tan poca cosa. Tampoco quiero
dejar de reconocer como algo positivo esa acción de delación a los ex
funcionarios de la ASEN, porque luego van a decir que “no los entendemos, si no
hacemos la denuncia se quejan y si la hacemos no nos creen”. Y no es que la
gente exija demasiado, lo que sucede es que fueron muchas las expectativas que
había en el bagaje del nuevo gobierno estatal (aunque ya le puso una velita a su pastel
de cumpleaños). Y la percepción que tiene la ciudadanía (una gran parte de
ella) arribando a su primer informe, es de que está dejando mucho que desear.
Se
percibe inexperiencia e inmovilidad en el equipo de gobierno. Las personas
empiezan a impacientarse, lo cual es obvio ya que, como lo comenté hace tiempo,
antes de que tomara posesión el gobernador, es que nadie iba a exigirle una
pócima mágica que cambiara el panorama como un desdoble de escenario de
película de Disney, la gente estaba consciente que no habría “varita mágica”,
pero que el joven mandatario debería ir destrabando, uno por uno, los asuntos
que ameritaban mucha atención y se constituyeron como las demandas más sentidas
del electorado, sin lugar a dudas la número uno es la seguridad pública.
Del
factor violencia, que se había convertido en un apocalíptico e inseparable
compañero de los nayaritas y en especial de los tepicenses, se esperaba ya como
una costumbre, inducida quizá, un tanto ficticia o artificial también, pero
seguridad al fin, que con el cambio de gobierno, se resolvería. Si no de manera
automática, al menos si en los primeros meses del posicionamiento
gubernamental. Pero ya pasaron doce meses y la sangre sigue corriendo en las
calles nayaritas. Siguen asesinando a mansalva y sin pudor alguno. Los
levantados y acribillados son el pan de cada día. Siguen encontrándose
cadáveres, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, fosas clandestinas, que aunado
a la delincuencia de baja estofa, los rateros, asaltantes, violadores y secuestradores,
tienen a la sociedad agobiada, temerosa, cansada e irritada.
El
gobierno de Antonio Echevarría García (AEG), se percibe tambaleante, incierto. Ha fallado en
los puntos medulares, urgentes, inaplazables, que ya mencioné. Pero hay muchos
otros puntos. Algunos tienen que ver directamente con la designación de su
equipo de trabajo, y creo, muy personalmente, que muchos de los desaciertos
ocurridos se deben a los que fungen como asesores del ejecutivo (que por cierto no sé quiénes son). Hay
situaciones de carácter político que puede verlas hasta un niño del CENDI, pero
sus asesores no.
Se
han suscitado problemas en las dependencias estatales por mantener en ellas a
funcionarios del sexenio anterior que fueron nefastos en su relación con los
trabajadores, y aún aparecen por ahí mangoneando los hilos de la
administración. Las relaciones con el sindicato mayoritario se han distendido
por la lentitud del cumplimiento a diversos puntos del convenio laboral, por la
incapacidad de resolver el problema de las bases otorgadas por el gobernador
anterior de una manera irregular y también porque parece, al menos parece, que
los sindicatos que ya existían y el que crearon Roberto Sandoval y Edgar
Veytia, el sutsen, están siendo apoyados por AEG, que no era lo que había prometido
en campaña. Y sí no es así, pues entonces de nuevo me remito a los asesores del
Titular del Ejecutivo, para ver que estarán haciendo para que así parezca.
En
fin, aún no se pierden todas las expectativas respecto a este gobierno estatal
y espero, por el bien de todos, que no se terminen diluyendo. En cuanto a la
seguridad pública, se acaba de dar un cambio del responsable de esa Secretaría,
muchos dicen que el encargado designado, no tiene el perfil para poder con el
paquete que le colgaron, pero yo prefiero darle el beneficio de la duda.
Esperemos a ver que va a pasar.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.