JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
"Camino de superación y gloria"
Sin
duda que uno de los grandes acontecimientos en los días que acaban de pasar fue
el aniversario número cincuenta de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN). Se
dice fácil pero, cumplir cinco décadas de existencia siendo la institución que
representa el patrimonio cultural de los nayaritas, no es cualquier cosa.
La
importancia que tienen, tanto el número del aniversario como la propia
institución, dentro del contexto histórico que rodea a la educación y la
cultura de nuestra entidad, es razón suficiente para dedicarles el espacio de
hoy. Los festejos y actos conmemorativos no se hicieron esperar. Los hubo y los
habrá, porque seguramente se seguirán realizando en lo que resta del año, intención
a mi juicio muy válida y merecida. Pero ¿qué hay más allá del festejo y el
júbilo del cincuentenario?
Desde
mi punto de vista, es importante que, usando como marco estas celebraciones, el
universitario de nuevo cuño y aquellos que están en las filas de espera para su
ingreso futuro, conozcan la historia de la universidad. Siempre será inspirador
para el estudiantado, saber de los importantes sacrificios que tuvieron que hacer
los pioneros de esa casa de estudios. Para quienes gustamos de las historias,
sobre todo aquellas que tienen un buen contenido, un gran mensaje o un final
feliz, esta de la universidad es sobresaliente. En ella se pueden encontrar
elementos suficientes para clasificarla en ese perfil, porque está tejida con
base en valores humanos dignos de aquilatarse.
Las
inquietudes humanas, génesis de todo proyecto, son la piedra filosofal de
cuanto bueno o positivo existe en la historia; si hay algunas malas, las
dejaremos de lado por ahora. Esas ideas bullentes en la mente de un hombre
visionario tenían que ser necesariamente como una semilla fresca que requiere
de tierra fecunda para germinar y rendir los ansiados frutos concebidos por la
mente y alentados por el corazón. Así sucedió precisamente. La visión soñadora
de un estadista, encontró la entusiasta respuesta de un grupo de personas que
comulgaron con el ambicioso proyecto de sembrar en tierra nayarita el proyecto
social más importante del siglo veinte, la construcción de la universidad.
Una
historia casi cinematográfica, que muestra a un pueblo unido en torno a un
gobernante y un equipo de trabajo que supieron generar la confianza necesaria
para que asomara, sin restricción alguna, la generosidad de miles de familias
que anhelaban un futuro promisorio para sus hijos, sin tener que desarraigarse
de sus comunidades, sin ausencias dolorosas, sin sacrificios extremos. Un
relato tejido con imágenes plenas de nobleza que muestran adultos y niños
depositando sus monedas en unas líneas trazadas con el gis de la esperanza. Una
ruta denominada «El camino de plata hacia la cultura» mejor nombre para el
proyecto no se pudo encontrar ya que encierra en sí mismo su razón de ser y su
grandioso objetivo.
Hoy, a
cincuenta años de distancia, encontramos una universidad en plenitud, con
prestigio académico y reconocimiento nacional, que genera miles de
profesionistas en diversos campos del conocimiento. Una institución educativa
con un gran perfil en la investigación y considerables aportaciones al arte y a
la cultura. Es una universidad madura que carga con el compromiso de ser el
centro principal de la educación pública. Compromiso que se magnifica si
consideramos que hay mucho por hacer, y no me refiero a los incuestionables
desafíos para seguir en la ruta ascendente del desarrollo institucional y
general, sino a resolver los problemas financieros existentes y terminar de una
vez por todas con las nefastas causas que los originaron. Desde mi punto de
vista, ese es uno de los retos más importantes que tiene en el presente y en el
futuro inmediato, si se permite la
expresión.
Por
ahora, quiero felicitar a la comunidad universitaria por el cincuentenario y
por hacer énfasis en difundir la historia de esos años. Invitarlos a seguir
enalteciendo el trabajo realizado para llegar a cumplir medio siglo de
existencia, para que las nuevas generaciones entiendan que esa oportunidad que
tienen hoy de asistir a sus aulas, fue lograda mediante el esfuerzo conjunto de
miles de personas que ofrendaron su energía, su optimismo y parte de su tiempo
y su vida. Al cobijo de la emotividad de estos festejos, exhortar a quienes
están en los puestos directivos, administrativos, docentes y alumnos a rescatar
y fortalecer el orgullo universitario mediante la renovación del esfuerzo y la
dedicación. Anteponer los intereses de la institución a cualquier otro tipo de
interés, sea individual o sea de grupo. A seguir la ruta de aquellos personajes
que le dieron protagonismo a la universidad pública e hicieron de ella un
ejemplo a seguir.
Que
esta celebración, que pudo convocar al fundador de la Universidad Autónoma de
Nayarit y tantos personajes nayaritas de trayectoria, en el arte, la cultura, el
deporte, la educación y la empresa, a muchos docentes, líderes de los sectores
universitarios, alumnos y empleados, sea el toque mágico de la renovación de
los votos de lealtad, amor y sacrificio por la continuidad y el éxito de lo que
seguirá siendo, a través de los años, la obra nayarita más importante de todos
los tiempos: La Universidad Autónoma de Nayarit. Felicidades a la comunidad
universitaria. ¡Larga vida a la UAN!
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.