miércoles, 19 de febrero de 2014

La Industria Automotriz

JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita

Tepic, Nay; feb 20, 2014.-  Dos o tres tardes invertidas en visitar las agencias automotrices de Tepic no es cualquier cosa. Esta tarea me ha dejado exhausto, quizá en parte porque cada marca tiene un catálogo inmenso de vehículos y en parte también porque te quedas traumado al ver hasta que niveles han escalado los precios de los coches y camionetas en el mercado nacional.

El antecedente de este comentario es el interés que tenemos en la familia de cambiar nuestro coche actual que, aunque no es tan vetusto, si lleva en sus hombros (mejor dicho en sus ruedas) ya casi siete años de ajetreo por los caminos de Nayarit y un poco por algunos otros estados de la república.

Justo en ese afán, principalmente por salir de viaje, queremos adquirir un nuevo vehículo. Nos gusta viajar y hacerlo en nuestro coche. Principalmente viajamos al paraíso de las garnachas y los tacos de suadero, la gran Tenochtitlan. Usualmente lo hacemos en la temporada decembrina y algunas otras, las menos, en vacaciones de verano. Pero volvamos al tema de los coches y sus exorbitantes precios que te quitan el aliento.

Con mi acostumbrada sensatez, ni siquiera volví la vista al pasar por una agencia de vehículos de la marca Buick-GMC, a sabiendas de que esas unidades móviles estarían fuera del presupuesto familiar, aunque  juntáramos nuestras modestas quincenas mi esposa y yo.
Había que situarse en un plano real e iniciar el itinerario por las marcas que, según nuestra experiencia y la información comercial que disponíamos, pudieran estar a nuestro alcance con un buen plan de financiamiento. En ese contexto habría que dejar de lado la marca que mencioné anteriormente además de Honda, Toyota, Mitsubishi y quizá alguna otra que ni siquiera conozca.

Después de esas consideraciones, iniciamos la travesía por el sofisticado mundo de la industria automotriz y no tardé muchos minutos en darme cuenta que no estaba equivocado al pensar que es algo fantástico, hay verdadera magia en los nuevos conceptos tecnológicos incorporados a los vehículos. Antes por ejemplo era suficiente un buen motor y un radio para ser feliz en la ciudad o en los caminos, pero el mundo ha cambiado por completo y es el ámbito automotriz un verdadero paraíso para las innovaciones. Los vehículos de hoy, sean coches o camionetas, poseen toda clase de adelantos en materia de motores y accesorios. Existen distintas clases de motores, formas, potencias, a gasolina, a diesel, turbos y una diversificada gama en cuestiones de potencia o "caballaje", así pues hay coches que parecen carriolas de bebé que tienen 65 HP (Horse Power o Caballos de Fuerza) como el Matiz, pero existen otros que poseen hasta 700 HP como el poderoso "Maybach Exelero", único en su género, cuyo precio es de 8 millones de dólares. Mi expresión "único en su género" no es una forma estilizada de decir que es un gran coche, dije eso porque efectivamente solo existe una unidad en el mundo, mismo que fue comprado por un cantante de música rap llamado Bryan Williams alias "Birdman".

Con este pequeño ejemplo nos damos cuenta del abismo que existe entre los extremos del ejercicio comparativo. Nos sirve también para darnos cuenta que así como se percibe la inmensa diferencia en potencia, ésta también se refleja indiscutiblemente en el precio. Ahí es donde la puerca torció el rabo, como se dice coloquialmente, porque ¿Cuántas personas podrán comprar un coche de ocho millones de dólares? Lo bueno es que también hay otros más baratos que el Maybach. Está el "Lamborghini Veneno" de casi 4 millones, el "Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse" de tan sólo 2.6 millones, y si ya de plano andas un poco bajón de presupuesto pues te compras el "Lamborghini Reventon" que tiene el precio de ganga de 1.6 millones de moneda "gabacha".

Como podrás ver con estos ilustradores ejemplos, las circunstancias han cambiado mucho desde aquellos viejos tiempos cuando hizo su aparición en México la industria automotriz, allá por el año de 1925. Para ilustrar un poco la marcha de esta industria tan importante en nuestro país podemos señalar que el año anterior representó el 4% del Producto Interno Bruto y se prevé que se duplique este porcentaje en tan solo 4 años. Así mismo se estima  que  en el año 2017 se alcance la cifra de 4 millones de autos producidos mientras que en el 2012 se produjeron en nuestro país 2.9 millones de vehículos. Para que se tenga una idea aproximada de la capacidad de producción de México se puede señalar que hace 20 años tenía el 6% en la región de América del Norte y actualmente tiene el 19% superando a Canadá que tiene el 16% lejos del líder que es Estados Unidos con más del 60%.

Son estadísticas muy interesantes que destacan el impulso que en nuestro país se le ha dado a esta industria manufacturera, también se entiende  que es uno de las sectores productivos que más empleos aporta a la economía, nacional, pero ¿Qué pasa con el asunto que dio origen a este comentario? ¿Compramos un coche nuevo?

Fue una verdadera peregrinación, visitamos las agencias, vimos marca por marca, línea por línea, comparamos precios, solicitamos informes, financiamientos, asesorías, aprendimos mucho de autos, prácticamente los conocimos todos pero, todo intento por acomodar nuestras finanzas a las exigencias del mercado del préstamo y el interés bancario fue vano, después de estiras y aflojas, quebrados, raíz cuadrada, logaritmos, senos y cosenos, rezos y hasta exorcismos nos tuvimos que conformar con la colección de brillantes folletos que nos endilgaron los amables asesores de ventas de las distintas agencias visitadas. Los precios por las nubes, el costo del financiamiento altísimo, cualquier cochecito, incluso algunos no más grandes que una "avalancha" o un carrito de valeros, cuestan arriba de los cien mil pesos y como siempre me ha gustado lo bueno, el más barato de los que hubiera querido comprar era de 229 mil pesos, obvio que tampoco aspiraba a agenciarme un modelito de esos que traen los ungidos de la clase política, si no que le pregunten al flamante Secretario del Trabajo del Gabinete de Peña Nieto, el Sr. Navarrete Prida, que posee una buena colección de coches de lujo, entre ellos un "Jaguar", que es un coche que para darnos una ligera idea yo tendría que emplear más de 25 años de mi sueldo mensual íntegro para poder comprar un carro de esos. Así que decidimos por lo pronto, seguir ahorrando con ahínco y rogarle a Dios que ya no sigan subiendo de precios los coches o si no puede evitar eso al menos que nos bendiga con una diputación federal o ya de perdida una presidencia municipal para poder estrenar carro.


RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

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