ENTRE FLORES, AMISTADES Y PIRÁMIDES
Durante los primeros días del año,
como es natural, uno de los comentarios más frecuentes en las conversaciones es
la situación financiera de las familias mexicanas; la crisis que enfrentamos
los mexicanos, no es de hoy, sino de hace varias décadas, producto de las malas
decisiones gubernamentales, que por cierto, a quienes han estado en el poder no
les afectan, pero sin duda, al grueso poblacional sí, y mucho.
El ingenio de los mexicanos, hombres y
mujeres por igual, no tiene límites.
Gente ‘luchona’ que sale a diario desde muy temprano a trabajar para
ganar un peso y poder llevar una pieza de pan a casa, para la familia; esta es
una realidad que ha persistido desde siempre.
Esto nos lleva a que miles de familias
mexicanas se encuentren vulnerables económicamente, por lo que son “presa
fácil” para que terceras personas las envuelvan en ‘cadenas financieras’
mediante las cuales, de una manera sencilla, resolverán sus deudas. Así lo plantean, y les ponen nombres como
Pirámides, Cadenas de Amigos, Círculo Financiero… y el nombre más reciente: La
Flor de la Abundancia.
Cuando nos comentan de estas ‘cadenas
financieras’, independientemente del nombre, de inmediato sabemos cómo irá la
plática: una persona muy querida, como amigo, compañero de trabajo, pariente o
familiar, es quien invita a una tercera persona a invertir dinero (en este caso
25 mil pesos) para obtener en pocos días y sin trabajo, una ganancia de por lo
menos un 800%. En esta Flor de la
Abundancia, les prometen ganar ¡190 mil pesos!
La persona invitada, antes de que su interlocutor concluya la plática,
ya está planeando qué hacer con esa cantidad de dinero: pagar deudas, comprar
necesidades en casa, comprar ropa y calzado para toda su familia e irse de viaje
entre otras actividades.
Al paso del tiempo, la realidad se
hace presente: nunca vieron esos 190 mil pesos, ni siquiera sus 25 mil pesos
que invirtieron.
La necesidad económica, producto de la
crisis financiera que prevalece en este país, como muchos otros de
Latinoamérica, es el semillero ideal de personas dispuestas a invertir un
dinero que únicamente unos cuantos podrán tener un gran rendimiento.
SIMPLE REMEDIO: ¡CUIDE SUS FINANZAS!
En otras colaboraciones les hemos
compartido que para cubrir esos imprevistos que durante el año se nos
presentan, no hay mejor manera de hacerlo que cuidar su trabajo, mantener un
buen hábito del ahorro y el resultado es que sus finanzas estarán bien cuidadas
por usted mismo.
El esquema de inversión que le
comentamos al principio de nuestra colaboración, es real y le han puesto
diversos nombres: Mandala, Tejedoras de Sueños, Células de Gratitud, Círculo de
la Prosperidad, Rueda de la Amistad o Flor de la Abundancia, entre otros
nombres. Pero sin duda, todas tienen algo en común: son pirámides o fraudes en
potencia.
Estas pirámides financieras
resurgieron en México bajo el esquema de la Flor de la Abundancia, detectada
primero en Nuevo León y luego en Coahuila; de abril a la fecha, aparecieron más
esquemas con diferentes nombres en Morelos, Hidalgo y la Ciudad de México. Con
ayuda de herramientas tecnológicas como WhatsApp, Facebook, YouTube y Zoom, las
pirámides se expanden vertiginosamente, principalmente entre grupos de mujeres. Tarde o temprano terminarán en un fraude
porque son un modelo insostenible.
“Se trata de mecanismos en los cuales
las ganancias que obtienen los primeros inversionistas provienen de los
recursos que son aportados por nuevos clientes”, afirma el Banco de México en
un documento educativo básico del sector financiero.
A Marian la invitó una de sus maestras
de yoga a entrar a un círculo de empoderamiento de mujeres. Quienes practican
yoga saben que es común ir a talleres de diferentes temáticas en uno y otro
punto de la ciudad. Pensó que se trataba de algo parecido y aceptó. Enseguida, Marian fue agregada a un chat de
WhatsApp con más mujeres, donde de entrada le sacó de onda que todas la
saludaran con gran familiaridad e imágenes que contenían su nombre:
“¡Bienvenida Marian!”.
Después se enteró del negocio. Se
trataba de un esquema conocido como Telar de Mujeres, en el cual prosperarían
juntas. Cada una tenía que aportar 24,000 pesos y meter a dos mujeres más, y
ellas a su vez a dos más, y así sucesivamente hasta llegar al centro del telar.
En total, hay 15 personas involucradas para que la del centro reciba 192,000
pesos y salga de la estructura.
Filosóficamente, la pirámide funciona
utilizando conceptos como el de la energía femenina, el alma, la fe, la
abundancia, regalo, prosperidad, gratitud, hermoso movimiento, empoderamiento
femenino, mujeres medicina, etcétera. Por
ello, no es de extrañar que estas pirámides crezcan rápidamente entre las
practicantes yoguis, pero también en otros grupos donde predominan las mujeres,
como en gimnasios, cursos o escuelas.
Y considerando que datos de la
Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2012 revelan que 43% de la población
mexicana utiliza mecanismos de ahorro no formales, como las tandas o guardar el
dinero en efectivo, estas pirámides han encontrado un nicho muy específico,
ofreciendo a sus seguidores ganancias fáciles y rápidas.
DINERO FÁCIL… ¡DE PERDER!
Al tercer día de haber sigo agregada
al telar, Marian comenzó a recibir mensajes fuera del chat de las demás
integrantes: “Anímate, juntas creceremos”, “Ve consiguiendo tus fuegos para
estar preparada cuando te toque”, “Amiga, ¿cómo vas con tus fuegos?”. Presión
que le dio desconfianza, porque gente que no conocía ahora tenía acceso a su
número telefónico. Los fuegos, o nuevas
integrantes, debían conseguirse en una semana, porque la meta es que cada
semana alguien debe recibir 192,000 pesos.

Incluso, les daban consejos de cómo
ser cuidadosas con el proceso, de cómo “enganchar” a más gente o de cómo
administrar el dinero recibido del telar o telares en que estuvieran
participando. Las instrucciones eran precisas: no decirle a los maridos o
novios, no realizar gastos ostentosos, no comprar autos de la noche a la mañana
y cosas que levanten suspicacias, convencer a más mujeres.
Como Marian no contaba con el dinero,
una de las participantes del chat le ofreció financiarla para que cuando Marian
cobrara sus 192,000 se los pagara.
Finalmente, Marian aceptó y fue citada
a una reunión más en Nezahualcóyotl, a la cual finalmente no fue. “Me dio miedo
endeudarme. Finalmente el dinero que iba a aportar no era mío”. Decidió no
asistir y dar las gracias.
Allí fue cuando la buena vibra del
chat se convirtió en ataques y ofensas. Fue acusada de irresponsable, de no
tener honor, palabra, de afectar alevosamente al grupo, de ser egoísta,
inmadura, de ser incapaz de soltar algo como el dinero, etcétera. Ahora sus
amigas yoguis dejaron de hablarle.
“Las mujeres que entran ahí
enloquecen. Se pierden, se obsesionan por conseguir el dinero”, afirma Marian.
El final de Marian fue, dentro de lo
que cabe, feliz. Sin embargo no todos los casos resultan así; la historia de
Eva terminó diferente.
Si a usted le cuesta muchas horas de
trabajo y sacrificio tener un dinerito guardado, mejor manténgalo ahí, y
procure no caer en estas tentaciones financieras.
** MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
Agradeceremos
sus comentarios y sugerencias en el celular y WhatsApp (311) 910 77 77 o bien,
en el correo electrónico enriquelibre@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario