miércoles, 11 de septiembre de 2019

"La literatura sí paga"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La literatura sí paga"



Me entusiasmó la noticia de hace unos días acerca del poeta mexicano David Huerta, quien ha sido designado ganador del premio de Literatura en Lenguas Romances del Festival Internacional del Libro de Guadalajara (FIL-GDL) en su versión 2019.

Es motivo de satisfacción y orgullo que este prestigiado galardón, que se otorga en reconocimiento al conjunto de la obra literaria de un autor que haya sido escrita en cualquiera de las lenguas romances como el español, catalán, gallego, francés, occitano, italiano, rumano o portugués, sea obtenido por un escritor de nuestro país estriba en el hecho de que es un premio que se ha ido consolidando en cada nueva edición, porque es símbolo de la calidad literaria de autores de peso internacional en cualquiera de los géneros como la poesía, la novela, cuento, ensayo o teatro. Un premio que implica una cerrada competencia que ha sido ganada por hombres y mujeres de nacionalidades distintas, de países como Chile, Cuba, Perú, Brasil Guatemala, España, Argentina, Portugal, Venezuela, Colombia, Francia, Italia, Rumania, Uruguay, y por supuesto México, que lo ha obtenido en ocho ocasiones, si consideramos a Tomás Segovia, nacido en España pero naturalizado mexicano.

Este premio está a punto de alcanzar las tres décadas de antigüedad ya que, a pesar que la FIL-GDL fue creada en el año de 1987, fue hasta cuatro años después, en 1991, que se instituye y fue otorgado al poeta chileno Nicanor Parra. En la lista de ganadores se encuentra nuestro querido y extravagante escritor jalisciense Juan José Arreola, que se convirtió en el primer mexicano que lo recibió. Quise dedicar este espacio a ese tema porque me perece de suma importancia que se reconozca la estatura del talento mexicano en las letras, además porque siento muy cercano, muy nuestro, ese evento que se realiza cada año en nuestro hermano estado de Jalisco, a tan solo dos horas de distancia y, además porque estoy seguro que muchas personas no han oído hablar de este premio, mucho menos saber que de los mexicanos que lo han obtenido, además del mencionado «Arreolita» de cariño, están en ese muro de honor Sergio Pitol, Juan García Ponce, Tomás Segovia, Carlos Monsiváis, Fernando Del Paso, Margo Glantz, como la única mujer en la lista de paisanos ganadores y en el año actual David Huerta, quien es hijo del también poeta y escritor Efraín Huerta, compañero en algunos años de Octavio Paz.

Pues es un hecho, se entregará el merecido premio en la próxima celebración de uno, si no es que el más, importante evento cultural de América Latina. Por cierto que, además del reconocimiento de carácter internacional, del diploma y esas cosas, el premio cuenta con un fondo monetario de 150 mil dólares que este año irá a dar al bolsillo del pantalón de nuestro poeta mexicano ya mencionado. Digo, sin ser una cantidad escandalosa tampoco es una suma despreciable porque, al tipo de cambio del día de hoy, casi anda alcanzando los 3 millones de pesos.

Me quedé pensando en el premio económico y nació en mí la curiosidad por conocer, o recordar en algunos casos, los montos de algunos de los premios más significativos en el tema de literatura. Es obvio que el más conocido, importante y espectacular es el premio nobel, que se entrega cada año en la capital de Suecia, ya que, aunque se redujo el monto original, desde hace siete años cuenta con un cheque de aproximadamente 975 mil dólares, o un equivalente a más de 19 millones de pesos. Existen otros premios cuantiosos como el Premio Planeta que otorga unos 600 mil euros al ganador, cantidad que en pesos mexicanos anda casi alcanzando los 13 millones.  Existen otros premios internacionales de menor cuantía económica, como es el Premio Princesa de Asturias que tiene una dote como de 50 mil euros, lo que en devaluados pesos mexicanos sería un poco más de un millón.

En términos económicos respondería a la pregunta si es acaso que la poesía paga o ya en términos generales la literatura, pues si vemos esos montos podría pensarse que sí. Pero, si te vas a la minucia, al detalle quizá la respuesta no tendría la cobertura general, para arropar a todos los que se dedican de tiempo completo a ello. Es evidente que el autor que obtiene el soporte económico de un premio de esa naturaleza, me refiero al nobel, ha conseguido desde ese instante dejar de preocuparse de su futuro en términos monetarios, lo mismo aquellos escritores o poetas que han obtenido en su trayectoria varios premios menores, pero con buenas cantidades económicas.

Pero si nos trasladamos al escenario de las «ligas menores» de la literatura, ahí el panorama se torna muy diferente. Claro que es oportuno hacer la aclaración que en este dicho se entienden y dimensionan los niveles que existen en el medio. No se pueden comparar los esforzados intentos de los escritores noveles con la seguridad exitosa de aquellos que ya gozan de cierto prestigio. Es este un camino muy difícil si partimos de la escasez de oportunidades para mostrarte. Si son escasos los espacios donde se ponga, al menos a prueba, tu material. Es ahí, en ese punto donde yo me pregunto si los escritores exitosos de antaño e incluso los contemporáneos tuvieron los mismos o peores problemas que los que tienen ahora los creadores de literatura que están en el anonimato por falta de opciones, por la carencia de apoyos oportunos. Me sigue quedando la idea que existen en suelo mexicano y en tierra nayarita muchos talentos que pudieran tener, o de seguro tienen, altas aspiraciones desde la expectativa de su calidad, de su sensibilidad y creatividad, y que por razones obvias, algunas mencionadas, sus obras no germinarán porque no serán sembradas en la tierra fecunda del corazón y la mente de los lectores. Esa sigue siendo una asignatura pendiente.

Es una tarea de titanes, pero es una bella cruzada. Muchas sienes adoradoras de la palabra, serán aguijoneadas con la muy dolorosa corona de espinas de la indiferencia, esa que lastima y desangra, pero muchas otras abrirán su propia brecha, entre la vasta maleza de la oposición dolosa que obstruye pero no mata, porque en esas mentes existe el amor al arte, la libertad de espíritu y la convicción plena que nadie podrá poner grilletes al espíritu ni cadenas a la devoción. Concluyo diciendo que la literatura, de muchas formas hermosas, sí paga.


RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

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