martes, 26 de mayo de 2015

DECISIÓN PERSONAL





 


CORAZONES  ROTOS





PORÁngel Núñez


DECISIÓN PERSONAL

Hola amigos lectores, es un gusto tener la oportunidad de charlar con ustedes nuevamente. 

La otra vez platicando con un amigo me cuestionaba que ¿Cómo era posible que Nayarit estuviera en esa situación económica-social, si era tan rico en cultura y talento?, la cuestión en tema surgió de ver un estado o mejor dicho una capital pobre en casi todos los aspectos, escaza de ganas y energía, pero sobre todo carente de ilusión y deseos de mejorar. 

Palabras más, palabras menos, me decía que en una visita a la ciudad de México y que era merecedor de comentar, la ciudad se encuentra llena de artistas, que sin duda artistas de ese nivel había en nuestro estado, pero pareciera que les da temor salir y mostrarse. 

No sé tú que estés pensando en este preciso momento, pero en aquel momento de conversación a mí sí me provocó una reflexión y concluyendo con mi amigo atribuimos el hecho a la falta de interés y valoración personal. 

Es decir, lo que falta en nuestro estado para sobresalir es que todas las personas talentosas se la crean,  que verdaderamente le den un valor a lo que hacen en su vida, son artistas grandísimos sólo que el temor de decir soy artista, lo que hago es Arte, es muy grande.

 Si todos aquellos diéramos un valor a lo que creamos no necesitaríamos que alguien más se lo otorgue. Si bien sabemos que el arte es subjetivo, por tanto, sólo uno es el causante de lo que construye.

 Con esto quiero invitarte a creer en lo que haces, decirte que puedes hacer todo lo que tú quieras, tienes las mismas posibilidades que cualquiera, sólo que probablemente quieras encontrarlas frente a ti, pero es mi deber decirte que pueden estar a un lado de ti, a la derecha, tal vez a la izquierda o en el peor de los casos, atrás.

 Atrévete a querer lo que haces y en ese momento a creer en ti, yo soy artista porque así lo creo,  ¿Tú qué eres? , ya es momento de que lo pienses, es momento de que lo creas, ¡Créetela! Es tu decisión, ¡sí!, es una decisión personal.

Ha llegado el momento de despedirme, espero mi comentario haya logrado alguna reflexión en ti por mínima que esta sea. De ser así estaré atento y ansioso de volver a encontrarnos. 

Te espero la próxima semana Solo te pido una cosa:

 NO PERMITAS POR NINGÚNA  RAZÓN QUE EXISTA UN CORAZÓN ROTO.









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