domingo, 18 de abril de 2021

"La política de la cultura"





JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La política de la cultura"


 Conversábamos mi hijo y yo con nuestra amiga Gaby Alvarado, titular del programa “Dialogamos”, que se transmite en Facebook Live de manera directa los lunes por la noche. Entre los diversos tópicos que abordamos había uno que siempre nos salía al paso por su copiosa transversalidad y su marcada importancia en el horizonte de necesidades urgentes de nuestra entidad federativa que, por cierto, actualmente se convulsiona por las álgidas mareas de las campañas electorales.

 Los tres participantes coincidimos más de una vez y de diversas maneras en el alto grado de dificultad que encierra vivir del arte o sobrevivir en el arte. Hicimos comentarios al respecto de la pintura y la literatura preferentemente por tratarse de las bellas artes en las que mi hijo y yo incursionamos, respectivamente, y sólo bastó recordar nuestras experiencias personales para estructurar un auténtico catálogo de malos momentos, todos ellos basados en múltiples intentos por conseguir algunos apoyos básicos para realizar proyectos propios de las actividades mencionadas. Esa fue parte del diálogo pero, a pesar de lo desmoralizador que pudieran ser esas vivencias, fueron opacadas contundentemente por el brillo y la felicidad que proporciona la otra cara de la moneda, la parte gratificante, la satisfacción del reconocimiento por parte de quienes tienen la oportunidad de conocer tu trabajo. Esa sensación de respirar aire fresco en medio de una zona contaminada es vitamina pura para el espíritu. Esa sensación, esa parte del proceso, es lo que te permite sobrevivir en ese medio.

 Respecto a la parte de vivir del arte en Nayarit quedó de manifiesto que, después de sus contadas excepciones, es muy difícil hacerlo. Hubo distintos comentarios en ese sentido y quedó muy claro que el escenario real es poco alentador desde la perspectiva del quehacer político y administrativo de la cultura. Es ahí donde convergen esos dos aspectos vitales: La política y la cultura.

 ¿Qué esperar de la política respecto a la cultura? Lo dijimos con absoluta claridad. Primero, identificamos a la educación, la cultura y el arte como armas poderosas para generar la transformación de las sociedades mundiales, haciendo una mención especial de la sociedad nayarita, considerando el estado en que se encuentra. De los políticos, exigir se ciñan a la exigencia del pueblo que clama por sus necesidades. Si bien es cierto que existen muchas de carácter material, nada serían éstas, aunque fueran satisfechas, si no se complementan con el aspecto creativo, sanador y desarrollador del intelecto, que busca afanosamente el satisfactor anímico y espiritual, el placer estético que compite, complementa y acompaña al confort físico. Dejamos claro que el arte y la cultura deben ser elementos primordiales, indispensables, desde la educación básica. Que los políticos deben dejar de menospreciar esos aspectos esenciales de la transformación de la sociedad y dedicarse a promover (el ejecutivo) y aprobar (el legislativo) las leyes que impulsen y fortalezcan a los creadores y promotores artísticos. Crear infraestructura y programas serios con recursos suficientes para apoyar a los innumerables talentos nayaritas que se desvanecen en el anonimato y las sombras del olvido.

 Dejamos en claro que la ciudadanía debemos exigir a la clase política que cumpla sus compromisos de campaña. Levantar la voz colectiva para evitar esas despreciables metamorfosis de ogros panzones a ángeles de bondad mientras transcurre la campaña electoral y una vez que llegan al poder se acaba la magia y vuelven a ser los de antes o peores, olvidándose de cuánto dijeron al oído de los confiados electores, creando leyes que lastiman al pueblo y principalmente a las clases más desprotegidas. ¡Ya basta de eso! No debemos olvidar que el poder dimana del pueblo y nunca pierde esa condición. Desafortunadamente la mayoría de partidos políticos y sus nefastos beneficiarios se han aprovechado y seguramente seguirán haciéndolo, de la enconada polaridad partidista que ellos mismos avivan, constante y malintencionadamente para lucrar del juego malsano de la falsa lealtad a determinadas figuras o intereses.

 Las campañas deberían ser eso precisamente, un periodo de competencia electoral en donde se debaten las ideas y se presentan propuestas serias y congruentes con las demandas de la sociedad y no una guerra sucia, un cuadrilátero boxístico de denostaciones y ataques en el que lo que más importa es llenar de lodo a los contrincantes (cómo si no los conociéramos a todos) para de esa forma, poco honrosa por cierto, ganar algunos adeptos que pudieran transformarse en votos. Tal vez esto no sería tan grave si, después del término legal, una vez asumido los cargos por los vencedores de la contienda electoral, se pudieran limar las asperezas producto de la “confrontación” entre las distintas corrientes políticas y se sumaran a los esfuerzos colectivos y proyectos de trabajo de quien llevará por el periodo lectivo las riendas o el liderazgo del poder, sea federal, estatal o municipal, sea ejecutivo o legislativo, y enarbolar todos, como sociedad pujante, la bandera de la unidad y el desarrollo colectivo.

 En fin, no cabe duda que no es tan fácil sustraerse al influjo de la política, ya que no era la intención inicial hacer un comentario de ese tema en particular en este espacio, pero no debemos olvidar que todo está ligado, economía, cultura y otros ámbitos más. Se podría decir que todo converge en algún punto cuando se trata de mencionar a la sociedad ideal, la que debe tener cubiertos todos los aspectos posibles en torno a su desarrollo. Regresando al programa “Dialogamos” con la maestra Gaby Alvarado, es evidente que la charla de ayer y el comentario de hoy intentan enfatizar al arte y la cultura como herramientas sociales del cambio, de la transformación del mundo. Más allá que la “política es la expresión concentrada de la economía” como lo decía el filósofo, escritor y político ruso Lenin, yo puedo decir que “a mejor política, mejor economía” a mejor política cultural, mejor economía y mejor desarrollo”.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

2 comentarios:

  1. Estimado amigo José Manuel, leí tu reflexión y tienes mucha razón en algunas cosas que existen en el universo de la política cultural y artística, pero encuentro una constante que no han podido superar muchos creadores artísticos, incluso de algunos que se dicen promotores o gestores culturales, me refiero al pensamiento individualizante que nos ha creado el propio sistema económico, político y social del que formamos parte, siempre he dicho que en materia de política cultural debe ponerse lo colectivo sobre lo individual, debe reconocerse el talento y la creatividad individual como parte de la historia, la tradición e identidad de los pueblos, mientras los políticos y los gobernantes, incluso los creadores y promotores, no entiendan esas dos premisas, jamás van a recurrir a la organización y participación de la gente, mientras no conciban la necesidad de la organización y participación de los pueblos, como entes colectivos y no individuales, jamás le van a apostar a la toma de consciencia, a la lucha permanente que debe existir para lograr su verdadera libertad, justicia e independencia, un verdadero creador, investigador, artista o promotor no se supedita a lo que un político o gobernante le puede ofrecer, al contrario, el político o gobernante debe estar a expensas de lo que los creadores y sus pueblos son capaces de exigirles, para así transformar la realidad y construir un mundo distinto, donde la educación, la cultura, las artes, el patrimonio natural y cultural, la tradición y la identidad sea un bien y un derecho de todos los seres humanos sin excepción, el talento y la creatividad es historia, es costumbre, es hábito, es modo de vida, es familia, es escuela, es educación, es un derecho humano que el sistema desigual e injusto en que hemos vivido nos ha hecho creer que es una virtud y una aptitud de solo unos cuantos, eso es una mentira, pues si fuimos los mejores alfareros del México antiguo, los mejores astrónomos del "nuevo mundo", destacados agricultores, biólogos, ingenieros, arquitectos, poetas y filósofos, realmente nos hemos preguntado ¿ Qué pasó ? cuando el político, el gobernante y los creadores actuales contestemos con certeza esa pregunta, estaremos caminando a la dimensión que nos han negado...

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  2. Mi estimado amigo Andrés, es un gusto recibir tu comentario, aún más saber que has leído uno de mis textos. Coincido ampliamente en tu concepto y celebro que existan personas como tú, tan empeñados en aportar trabajo voluntario y calificado a l tema del arte, la cultura y el patrimonio, histórico y cultural de los pueblos. Características que aprecio y admiro desde que te conozco, ya hace muchos años.
    Es muy clara y aleccionadora tu opinión que sin duda enriquece la narrativa objetiva de esta problemática y la comprensión de los fenómenos mencionados, por esa razón es muy importante esa extraordinaria aportación de tu parte.
    Celebro la coincidencia, los creadores no debemos depender de las autoridades para la producción y difusión de obras de arte, ha sido una de las directrices que he asumido desde que estoy intentando aportar, de haber sido diferente creo que no hubiese realizado ninguno de mis trabajos. Son ellos los que deben depender de nosotros en el más literal de los sentidos.
    Muchas gracias por apoyar en la difusión de estos comentarios en el ámbito del quehacer periodístico de tu servidor y también por dispensarme el honor de tu amistad.
    Te abrazo con afecto y admiración.

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